La Cuaresma es un tiempo para
creer, es decir, para recibir a Dios en nuestras vidas y permitirle que
"se instale" con nosotros
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Tiempo de Cuaresma: El Espíritu Santo nos impulsa, como a Jesús, a entrar en el desierto (Papa Francisco) |
En este período de preparación
para la Pascua, a partir de temas relacionados con el camino cuaresmal,
reproponemos algunas reflexiones del Papa Francisco. "Vivir este tiempo
con esperanza -leemos en el mensaje del Santo Padre para la Cuaresma 2021-
significa recibir la esperanza de Cristo que da su vida en la cruz".
«La Cuaresma es un tiempo para
creer, es decir, para recibir a Dios en nuestras vidas y permitirle que
"se instale" con nosotros. Mientras recorremos el camino de la
Cuaresma, que nos lleva hacia las celebraciones de la Pascua, recordemos a
Aquel que se humilló haciéndose obediente hasta la muerte y hasta una muerte de
cruz». Estas palabras que podemos leer en el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2021, no se
refieren sólo a la dimensión memorial del recuerdo, sino que nos invitan a
vivir, también en el presente y en la actualidad, un tiempo propicio para
renovar la fe, la esperanza y la caridad.
Están dirigidas a todos los
hombres, llamados a "sentirse, en Jesucristo, testigos del tiempo
nuevo". A lo largo de su Pontificado, Francisco ha ilustrado repetidamente
el significado del camino que lleva a la Pascua. "En el tiempo de Cuaresma
-dijo el domingo 21 de febrero en el Ángelus- el Espíritu Santo nos
impulsa también a nosotros, como a Jesús, a entrar en el desierto. No se trata
de un lugar físico, sino de una dimensión existencial en la que hacer
silencio".
El centro del camino cuaresmal
"La Cuaresma -explicó el
Papa en su homilía durante la misa del Miércoles de Ceniza celebrada
en la Basílica de San Pedro el 17 de febrero- es un viaje que implica toda
nuestra vida, todo nuestro ser".
"Es un tiempo para verificar
los caminos que tomamos, para encontrar el camino que nos lleva de vuelta a
casa, para redescubrir el vínculo fundamental con Dios, del cual todo depende.
La Cuaresma no es una una recolección de florecillas, es discernir hacia dónde
se orienta el corazón. Este es el centro de la Cuaresma".
Sintonizar con las frecuencias
del Evangelio
"La Cuaresma -dijo Francisco
en su audiencia general del 26 de febrero de 2020- es un tiempo
propicio para dar cabida a la Palabra de Dios. Es el momento de apagar la
televisión y abrir la Biblia. Es el momento de desconectar de nuestros
teléfonos móviles y conectar con el Evangelio. Cuando era niño no había
televisión, pero sí la costumbre de no escuchar la radio. La Cuaresma es un
desierto, es un tiempo de renuncia, de desconexión del móvil y de conexión con el
Evangelio. Es el momento de renunciar a las palabras inútiles, a la cháchara, a
los chismes, y de hablar...hablar "de tú a tú" con el Señor. Es un
momento para dedicarnos a una sana ecología del corazón, para limpiarlo".
Vivir como pide Jesús
"Necesitamos
librarnos-subrayó el Papa en la Misa de Bendición e Imposición de Cenizas en la
Basílica de Santa Sabina el 6 de marzo de 2019- de los tentáculos del consumismo y
de las trampas del egoísmo, de querer siempre más, de no estar nunca contentos,
de un corazón cerrado a las necesidades de los pobres. Jesús, que en el madero
de la cruz arde de amor, nos llama a una vida que arde con Él, que no se pierde
en las cenizas del mundo; una vida que arde de caridad y no se apaga en la
mediocridad. ¿Es difícil vivir como Él pide? Sí, es difícil, pero conduce a la
meta. La Cuaresma nos lo muestra".
Un corazón que late según el
latido de Jesús
"Detente, mira y
vuelve". "Deténganse para mirar y contemplar", dijo el Papa
Francisco durante la misa que presidió, con el rito de la bendición e
imposición de las cenizas, en la Basílica de Santa Sabina el 14 de febrero de
2018 y añadió:
"Mira y contempla el rostro
del Amor Crucificado, crucificado por amor a todos sin exclusión. Vuelve sin
miedo a experimentar la ternura sanadora y reconciliadora de Dios".
Amedeo Lomonaco - Ciudad del
Vaticano
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