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Momentos posteriores a la explosión. Foto: Captura de video |
En la explosión resultaron
muertos cuatro personas: el sacerdote Rubén Pérez Ayala, el electricista David
Santos y dos hombres que pasaban por delante del edificio en el momento del
suceso, Javier y Stefko.
En la carta enviada a los fieles,
el párroco Gabriel Benedicto afirma que, en contra de lo que se informó
inicialmente, “ahora sé que todos los fallecidos estaban fuera del edificio
siniestrado desde el principio”.
Señaló que “durante horas se le
buscó dentro del edificio, donde yo le había visto por última vez. Eran más de
las 6 de la tarde cuando supimos que David había muerto. Pero no es hasta el
viernes por la noche cuando caí en la cuenta de que habíamos empezado con 3 + 1
y terminamos con cuatro: David, Rubén, Javier y Stefko”.
Ese hecho “indica que habían
encontrado a todos en la calle Toledo desde el primer momento. Fuera del
edificio parroquial. La pregunta que me surge entonces es: ¿Cómo llegaron
allí?”.
Para tratar de aclarar ese punto,
el párroco pide “la colaboración de los vecinos o viandantes que pudieran haber
hecho fotos o vídeos de Toledo no98, durante los minutos inmediatamente
posteriores a la explosión, para que nos hagan llegar las imágenes al número de
teléfono o al email que abajo se indican. Estoy convencido de que así podremos
seguir avanzando para acercarnos cada vez más a la verdad”.
El párroco insiste en que “de
alguna manera, la verdad estaba delante de nosotros todo el tiempo y no la
vimos”.
Olor a gas
El P. Gabriel Benedicto muestra
también su inquietud por otro elemento no esclarecido del trágico accidente:
“El olor a gas se percibía con claridad desde la calle Toledo. Así lo atestigua
un feligrés que diez minutos antes de la explosión estaba muy cerca de la
acometida (suministro del gas) del edificio parroquial, casi a la altura del
telefonillo”.
“Varios peatones, además,
aseguran haber olido a gas al pasar por La Paloma en la hora previa a los
hechos. Cuantos más datos precisos consigamos reunir, mejor podremos esclarecer
lo sucedido. Por eso, os invito a que nos contéis cualquier cosa que recordéis
al respecto, bien a nosotros bien a la Policía. El más nimio detalle puede ser
fundamental”.
Asimismo, subraya que “yo mismo
firmé en su día con la empresa homologada el contrato de mantenimiento de todas
las calderas del complejo parroquial, y os aseguro que estas han pasado
satisfactoriamente las revisiones pertinentes. Nosotros hemos seguido siempre
de forma escrupulosa las indicaciones de la empresa instaladora”.
Fuente: ACI Prensa