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| Un momento del Foro virtual de Davos (ANSA) |
Hay un mundo
que puede hacer que le lleven las compras a su casa, evitando el peligro de las
aglomeraciones, y otro que, si quiere comer, debe procurarse la comida en
persona en mercados donde no hay distancias predefinidas. Más sencillamente,
hay un mundo que tiene una casa en la que tener a la familia segura y otro
mundo que no tiene esta seguridad porque no tiene, o ya no tiene, un hogar
digno de ese nombre y un trabajo para pagarlo.
Covid,
"explorar terapias alternativas"
"Varios países también tienen la
capacidad de producir medicamentos y si la propiedad intelectual se flexibilizara
podrían llevar la producción a nivel local" reduciendo el impacto del
contagio. Hay nuevas cepas del virus que son inquietantes, la de Sudáfrica por
ejemplo, y si se pudieran "explorar algunas terapias alternativas",
dice el cardenal Turkson, "esto podría ayudar a gestionar la emergencia y
reducir las tasas de mortalidad".
Los
"grupos de movimiento popular"
La cuestión de
la vacuna es una prioridad en esta contingencia global, pero no la única. La
sesión del Foro en la que intervino el cardenal es elocuente, detener la
pobreza antes de que se convierta en "viral". La Santa Sede se ha
movido rápidamente gracias a la Comisión Covid-19 creada por el Papa, un grupo
de expertos encargado de estudiar lo que está sucediendo y proponer una visión
de futuro. "Desde hace algún tiempo", explica el Prefecto vaticano,
"nos hemos comprometido con lo que llamamos "grupos de movimientos
populares". Hemos identificado tres áreas clave: tierra, trabajo y
vivienda. Estos tres objetivos son los que perseguimos ahora para garantizar
que la gente tenga un lugar donde dormir, y esto también significa salvaguardar
a la familia y su seguridad y bienestar."
La solidaridad
nos hace hermanos
Este esfuerzo
-que el Papa lleva meses pidiendo, apelando a la conciencia del mundo que tiene
los medios necesarios- es posible si se basa en un valor claro: la
"persona en el centro". El año pasado fue el propio Francisco quien
lo invocó, este año es el cardenal Turkson el portavoz. "Cuando hablamos
de la dignidad de la persona humana, no podemos transigir y debemos
defenderla", dice. Es una cuestión de atención que se convierte en una
opción política y en una dirección de acción. "A un cierto punto",
argumenta el cardenal, "tratamos de crear una plataforma con políticas
económicas sociales" capaces de "cuidarse mutuamente, porque la
familia humana es una única familia interconectada". Y la práctica de la
solidaridad, del "cuidado", concluye, crea y difunde la
"fraternidad humana".
