El Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera, provincia de Córdoba, derribó la conocida como Cruz del Llanito, en el recinto del convento de las Descalzas de esta localidad andaluza, a pesar de la oposición de la Iglesia y de los vecinos
Momento del derribo de la cruz. Foto: Margarita Lucena / Diócesis de Córdoba |
De forma paradójica, el mismo
Ayuntamiento reconoció que la Cruz no está sujeta a dicha ley, pero la derriba
igualmente porque “entorpece la visibilidad” del convento.
Según informó la diócesis de
Córdoba por medio de un comunicado de prensa, operarios del Ayuntamiento
cortaron la cruz por la base, la ataron a una grúa y se la llevaron en un
camión municipal.
La alcaldesa Carmen Flores, por
su parte, trató de justificar el derribo. En una comparecencia retransmitida en
el perfil de Facebook del Ayuntamiento, la alcaldesa se refirió a la Cruz del
Llanito como “Cruz de los Caídos”, para vincularla al franquismo.
La alcaldesa Flores se mostró
sorprendida por la oposición al derribo de la cruz y trató de dar la vuelta a
los hechos presentando al Ayuntamiento como víctima al filtrarse el expediente
municipal del derribo. Esa filtración, argumentó, obligó al Ayuntamiento a
acelerar la destrucción del monumento.
Para Flores, el derribo de la
cruz era necesario “por las connotaciones que tiene”, e insistió en que “esa
cruz no tiene ninguna connotación religiosa”, “no tiene ningún interés para
nada”, “es una cruz de cemento que no tiene ningún valor”, aseveró.
La alcaldesa explicó que solicitaron
un informe a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, la cual “para
nuestra sorpresa” afirmó que la cruz no estaba sujeta a la Ley de Memoria
Histórica, al haberse retirado ya una placa considerada franquista.
Aún así, reconoció la alcaldesa,
“retiramos la cruz porque está entorpeciendo la visibilidad de un monumento
histórico catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC)”, el convento de las
Descalzas.
También argumentó que “en algún
momento pensamos en sustituirla para no herir el sentimiento, entre comillas,
religioso, de algún sector de la población. Se pensó en sustituirla por otra
cruz. Pero, cuál es nuestra sorpresa que nos dicen que ahí no hay que poner
nada, en ese rincón. El motivo es que el BIC tiene que estar aislado de cualquier
elemento que entorpezca la visibilidad de ese monumento”.
Para la alcaldesa, el vínculo de
la cruz con el franquismo “son hechos constatados históricamente” y rechazó
“sentimientos antirreligiosos” del Ayuntamiento gobernado por Izquierda Unida.
Sin embargo, a pesar de insistir
en que el Ayuntamiento respeta “incluso” los sentimientos religiosos, en la
comparecencia la alcaldesa no ahorró en ataques al Obispo de Córdoba, Mons.
Demetrio Fernández.
Oposición vecinal
Aunque según la alcaldesa muchos
fieles católicos del pueblo han respaldado a la alcaldesa, lo cierto es que el
enfado entre los vecinos es notorio.
La Agrupación de Hermandades y
Cofradías de Aguilar de la Frontera difundió un comunicado en el que rechaza el
derribo de la Cruz del Llanito. Las hermandades del pueblo tradicionalmente han
tenido a esta cruz como punto de referencia de muchas de sus actividades, y la
consideran “un símbolo de unión en nuestro pueblo, desligada de toda la
simbología del régimen pasado”.
Querella contra el Ayuntamiento
Por otro lado, la Asociación
Española de Abogados Cristianos presentó una querella ante el Juzgado de
Instrucción de Córdoba contra la alcaldesa Carmen Flores por el derribo de la
cruz.
Los abogados de esta asociación
acusan en el escrito de la querella a la alcaldesa de “delitos de prevaricación
con el agravante de discriminación y daños contra el patrimonio” y piden “su
inhabilitación para ejercer cargo público”.
Argumentan que “la decisión de
destruir el monumento no se ha aprobado en pleno ni cuenta con el proyecto
competente para actuar en un entorno BIC, por lo que es completamente ilegal”.
“Se trata de la Cruz del Llanito
de las Descalzas, perteneciente al Conjunto Histórico Artístico del Monasterio
de San José y de San Roque, declarado Bien de Interés Cultural en 1983”.
Fuente: ACI Prensa