Me quedé sin estrella...
Cuando era pequeña, la noche de
Navidad me asomaba por la terraza pensando que quizá vería la Estrella que me
diría dónde podría encontrar a Jesús. Estaba dispuesta a ir adonde me indicara
para encontrarle, pero nunca llegué a verla. Fui creciendo y me olvidé de ella,
o todo se volvió más razonado.
Pero algo quedaba... y, desde que
entré en el Monasterio, después de la Misa del Gallo, doy un pequeño paseo por
la huerta y, aunque la razón me dice que no... levanto la cabeza y miro al
cielo “por si acaso”.
Pero este año, ¡sí que se vería!
Incluso días antes se apreciaría. Lo anunciaban en todos los sitios, por fin
vería la Estrella que se vio en Belén. Pues bien: tres días estuvo nublado, el
cuarto salí más tarde y aunque miré en todas las direcciones y escalé por el
tejado... ya se me había escapado, el quinto me resbalé con un charco
intentando llegar a lo más alto y justo una nube... ¡la tapaba! Me quedé sin la
Estrella.
Y tú y yo... solo tenemos que
señalar a Jesús. Ser su estrella, mostrar a Dios hecho Niño, hecho debilidad...
¡qué fácil es acercarse a Él!
Hoy el reto del Amor es que seas
Estrella, que muestres a Aquel que llena tu corazón esta Navidad. Ponte en el
perfil de WhatsApp una imagen que a ti te guste y muestre a Jesús. No tengas
miedo a que tus palabras o gestos hablen de Él, pues el mundo necesita una
Estrella que les muestre al Niño.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma
