“La crisis nos ha hecho comprender que estamos "en el mismo barco, todos frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de consuelo”
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2020.12.04 Presentación de las Cartas Credenciales de los embajadores (Vatican Media) |
El Papa dio la bienvenida a los nuevos
embajadores acreditados ante la Santa Sede a quienes ofreció sus mejores deseos
y les aseguró el apoyo de todas las instancias “para ayudarles en el
cumplimiento de sus responsabilidades”.
Su misión en un momento de gran desafío
El Obispo de Roma dirigió una alocución a
los diplomáticos recordando un fragmento del mensaje dirigido al mundo: Momento
Extraordinario de oración, el pasado 27 de marzo, momento marcado por la
propagación acelerada de la pandemia:
“Su misión comienza en un momento de gran
desafío para toda la familia humana. Incluso antes de la pandemia de Covid-19,
estaba claro que 2020 sería un año de necesidades humanitarias urgentes debido
a los conflictos, la violencia y el terrorismo en diferentes partes del mundo.
Las crisis económicas están causando hambre y migraciones masivas, mientras que
el cambio climático aumenta el riesgo de desastres naturales, hambrunas y
sequías. Y ahora la pandemia está exacerbando las desigualdades ya presentes en
nuestras sociedades; de hecho, los pobres y los más vulnerables de nuestros
hermanos y hermanas corren el riesgo de ser descuidados, excluidos y
olvidados”.
Estamos en el mismo barco
El Papa insistió en que cualquier
respuesta a la emergencia que vivimos a nivel global pasa por la comprensión de
un hecho: “La crisis nos ha hecho comprender que estamos "en el mismo
barco, todos frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo importantes y
necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de consuelo”.
Diálogo y cooperación sinceros
Francisco continuó su mensaje afirmando:
“Hoy, quizás más que nunca, nuestro mundo cada vez más globalizado requiere
urgentemente un diálogo y una cooperación sinceros y respetuosos, capaces de
unirnos para hacer frente a las graves amenazas que se ciernen sobre nuestro
planeta e hipotecar el futuro de las generaciones más jóvenes”.
El Obispo de Roma subrayó a los
diplomáticos que “La presencia de la Santa Sede en la comunidad internacional
está al servicio del bien común mundial, llamando la atención sobre los
aspectos antropológicos, éticos y religiosos de las diversas cuestiones que
afectan a la vida de las personas, los pueblos y las naciones enteras”.
Fomentar la cultura del encuentro
El Papa expresó sus deseos de que la
actividad diplomática que los embajadores realizan “fomente la "cultura
del encuentro" (Fratelli tutti, 215), tan necesaria para superar las
diferencias y divisiones que tan a menudo obstaculizan la realización de los
altos ideales y objetivos propuestos por la comunidad internacional. Cada uno
de nosotros está invitado, de hecho, a trabajar diariamente para la
construcción de un mundo cada vez más justo, fraternal y unido”.
Francisco se despidió pidiendo las
bendiciones divinas sobre las familias, colaboradores y compatriotas de cada
uno de los representantes diplomáticos.
Ciudad del Vaticano
Vatican News