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Sánchez Guerra, el día que se convirtió en Fray Rafael. Foto: Archivo/La Razón |
La llegada de Sánchez-Guerra
supuso un profundo cambio para el Madrid. A la vez que dirigía el club mantenía
su actividad política. Compaginó su vida deportiva con ser la mano derecha del
presidente de la República, Niceto Alcalá- Zamora, hasta que este fue derrotado
por Manuel Azaña en la votación del 7 de
abril de 1936. Y mantuvo su cargo de concejal madrileño hasta dos días
(28-3-1939) antes de la entrada de Franco en Madrid .
Cuando los nacionales tomaron
Madrid, ya en 1939, fue detenido y
encarcelado. Salió a los 26 meses por la influencia de su primo,
Antonio Barroso, importante militar de la época y se marchó exiliado a París.
Enviudó en 1959 y, de acuerdo con la promesa que le había hecho a su mujer, decidió entrar en la orden de los Dominicos. Regresó a España y el 5 de noviembre de 1960
tomó el hábito en presencia de su familia. Cuentan que la pasión por
el fútbol le acompañó durante su vida en el convento, donde organizaba y
arbitraba partidos entre los monjes.
Las crónicas de la época
recuerdan que su mayor logro como presidente blanco fue sin duda salvar
Chamartín. El 17 de mayo de 1924, el
Real Madrid inauguró su estadio contra el campeón de Inglaterra, el Newcastle
F.C. al que ganó por 3-2. La expansión del club parecía segura y en
1927 compraron definitivamente el terreno por 642.000 pesetas. Nada hacía pensar que los planes de la II
República fueran a poner en peligro la inversión pero cuando fue
aprobado el plan urbanístico para la Castellana a la directiva presidida por
Luis Usera se le vino el mundo encima. Removieron Roma con Santiago para
encontrar una solución y apareció el hombre providencial.
Rafael Sánchez-Guerra y Sainz, socio desde
el año 1912, desempeñaba el cargo de Secretario General de la Presidencia de la
República. Frente al proyecto
ministerial que expropiaría al Madrid su campo, existía otro elaborado en 1932
por los arquitectos municipales que salvaba el campo pero había sido
rechazado. Sánchez-Guerra consiguió que
se revocase la decisión primera y se adoptase la segunda. Chamartín estaba
salvado.
Otra anécdota que quedó recogida en los diarios de la época fue la histórica visita del Real Madrid, con Santiago Bernabéu a la cabeza, al Seminario de Dominicos de Villava, a tres kilómetros de Pamplona. ¿Qué hacía la plantilla blanca en aquel convento? El 3 de abril de 1963, el Madrid visitaba a Osasuna, a tres jornadas del final. Partido sin trascendencia para el Madrid, que se había proclamado campeón dos jornadas antes.
El mismo sábado
la plantilla realizaba una vistita al Seminario con el fin de visitar al que
fue su presidente Rafael Sánchez-Guerra. Fue toda una revolución cuando
aparecieron de repente los Puskas,
Gento, Amancio, Santamaría o Zoco que -según cuentan las crónicas- hasta pelotearon con los seminaristas.