
Carlo Acutis. Foto: Familia Acutis
El P. Villa narró cómo Carlo parecía esperar los sacramentos, “tenía necesidad de ellos”. “Fue el único encuentro que tuve con Carlo, que permaneció en el hospital muy pocos días. Fue un encuentro breve, porque estaba sufriendo. Las únicas palabras que intercambiamos fueron los
saludos recíprocos y su agradecimiento”.
Tras administrar los sacramentos a Carlo,
“la madre me acompañó fuera de la estancia, tenía el rostro cansado,
transformado por la tragedia que se estaba abatiendo sobre su familia. Con
decisión me dijo: ‘Lo harán santo’. No me pareció el momento de profundizar en
esa afirmación. Pensaba en un muchacho valiente, bueno, que frecuentaba el
oratorio y que era asiduo a los sacramentos, que rezaba, puntual en sus deberes
como hijo y como estudiante”.
“Durante
un breve período de tiempo regresaba a mi mente la frase de la madre y el
rostro sereno de Carlo”, continuó recordando el capellán del hospital. “Había
algo que no entendía de aquel rostro sereno. Después lo olvidé”.
Pasados algunos años, al P. Villa ya lo
habían trasladado de hospital, “supe que Carlo había sido declarado venerable.
Me impresionó que el Señor me lo hiciese conocer, aunque solo fuese durante
unos pocos instantes”.
Intervino también el P. Massimo Angelelli,
director nacional de la Oficina de Pastoral de la Salud. Ofreció una serie de
reflexiones que le sugirieron la experiencia de fe de Carlo y su breve
experiencia de enfermedad.
Explicó que el sufrimiento forma parte de la vida y, como tal, “puede propiciar un encuentro eucarístico. El sufrimiento en sí, no es buscado, no se contempla. Solo le podemos dar un valor en sí al sufrimiento. El sufrimiento es una dimensión de la vida, una dimensión natural, como la muerte”.
De esa manera, “con nuestras decisiones, podemos leer el sufrimiento con una lectura de esperanza, o con una lectura de rechazo”. “Carlo vivió la experiencia de la enfermedad y la muerte como lo hizo porque toda su experiencia tuvo un fuerte vínculo con la Eucaristía”.
En ese sentido, ejemplos como el de Carlo Acutis dan una dimensión cristiana alsufrimiento en la que Jesús está presente: “Cuando Jesús dice ‘no os dejaré solos’, significa precisamente eso, ‘estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’, y no es solo una promesa espiritual, es real, vivía, vivificante, está presente en la Eucaristía, y por eso Carlo se unió fuertemente a la Eucaristía, porque sabía que en la Eucaristía está verdaderamente Jesús”.
También señaló que “cuando Jesús dice ‘amaos como yo os he amado’ es un mandato fuertemente eucarístico”. De hecho, “la Eucaristía es el misterio central de nuestra fe”. “La Eucaristía transforma el dolor en tiempo de esperanza y en prueba de amor”.
Por eso, “todos los que sufren saben que Dios ha experimentado esa oscuridad, porque la ha experimentado en Jesús”. “Todo dolor puede ser transformado en alegría. Es posible. No es obligatorio, pero sabemos que de cualquier modo ese dolo puede ser transformado en alegría”.
Por otro lado, se preguntó: “¿Cómo se hace para transformar el sufrimiento en luz? He visto tanto sufrimiento oscuro, tanto sufrimiento que buscaba la luz, personas que han sufrido dramas enormes, como la pérdida de un hijo. Y perder un hijo con 15 o 16 años es un sufrimiento enorme. Esto es posible cuando continuamos toda nuestra vida en presencia de Dios”.
“Jesús transformó la vida de Carlo porque Carlo le dio permiso, en una dimensión en que día a día se conocieron, se frecuentaron, se encontraron”, subrayó.
Fuente:
ACI