OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS EVANGELIZA CUBA CON SU NUEVA ESCUELA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES LÍDERES

Una nueva escuela de formación para líderes de la “Infancia y Adolescencia Misionera” (IAM) de Cuba lleva a Jesús a los más pobres en medio de la pandemia del coronavirus

Miembros de la Escuela de formación para líderes misioneros
durante evangelización. Crédito: Obras Misionales Pontificias de Cuba
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Yosbel Lazo Cordero, director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Cuba, explicó que decidieron fundar en las recientes vacaciones la “Escuela de formación para líderes misioneros”, teniendo en cuenta la actual situación epidemiológica del coronavirus.

El P. Lazo señaló que si bien cuentan con la experiencia de la Escuela de Asesores de Animadores Misioneros (ESAM), que brinda herramientas básicas a los asesores de la IAM bajo la metodología “Escuela con Jesús”, la nueva escuela se creó a manera de proyecto piloto con una estructura formativa diferente. 

Este nuevo proyecto piloto busca concientizar, potenciar el liderazgo y fortalecer el compromiso misionero y el sentido de pertenencia de los adolescentes que pertenecieron a la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM), y que son asesores de comunidades y grupos parroquiales para que aporten a la Iglesia local.

El P. Lazo dijo que esta escuela busca que los jóvenes misioneros sirvan a la Iglesia local, porque si bien la isla “no es catalogada como un territorio de misión por la Congregación para la evangelización de los pueblos, sin duda por las condiciones que hemos vivido en los últimos años, es una tierra misionera. Aquí, el Evangelio grita su compromiso y su actualización”.

Explicó que la Iglesia en Cuba depende mucho de los misioneros extranjeros, por ello, la formación de “misioneros autóctonos” es fundamental. “Quién sabe, algún día podamos aportar misioneros a otras iglesias jóvenes u otros territorios que necesitan de la presencia de los misioneros”, añadió.

Además, destacó que la escuela no solo invita a preguntarse sobre su vocación misionera, sino también lo que Dios quiere para ellos y qué pueden hacer ellos por la Iglesia desde una “perspectiva de vida comprometida y definitiva”.

Los adolescentes de Cuba “están ansiosos de formarse, de ser acompañados, de aportar a la Iglesia local, de colaborar en la construcción de un mundo mejor, de una sociedad mejor” y se caracterizan por ser “comprometidos”. La escuela “viene a responder a esas motivaciones profundas y humanas de estos muchachos”, afirmó.

La escuela convocó a 15 adolescentes de entre 12 y 15 años los días jueves del mes de julio y parte de agosto en la sede de la Casa Pastoral San José Obrero, donde recibieron educación en tres áreas: la formación, el servicio y la misión.

Se impartieron temas como el propósito y fundamento teológico y trinitario de la misión; se brindaron relatos de vocación y misión presentes en el Antiguo y Nuevo Testamento; se explicó un poco el recorrido de la historia de evangelización en Cuba y se habló sobre animación misionera y los retos y desafíos actuales de la Iglesia local y universal.

Luego del aspecto formativo, los jóvenes vivieron una experiencia de servicio en una residencia diurna de ancianos dirigida por las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha, reconocida por ser caritativa con los adultos mayores más necesitados de la zona.

“Fue una mañana de mucho derroche y de amor” vivida en un “clima de respeto y escucha” que permitió que los ancianos puedan compartir sus “vivencias, sentimientos y recuerdos” por medio de la música y el baile, dijo. “Momentos como estos, nos refuerzan en la apuesta por la animación misionera”, añadió.

Finalmente, participaron de un día de misión en tres de las 60 comunidades rurales de la Parroquia “sin templo” de San José Obrero, donde de “puerta en puerta” anunciaron a Jesús a niños adolescentes, jóvenes y adultos de las comunidades de Sevilla, El kilómetro 1 y El Brujo. Luego, invitaron a los niños de la zona que no van a la iglesia a encontrarse con Jesús.

“Cada uno llegaron a tener hasta 50 o 55 niños del entorno, y ahí, a través de juegos y dinámicas anunciaron el kerigma”. La experiencia finalizó con la celebración de la Eucaristía en las tres comunidades gracias al apoyo de tres sacerdotes que los acompañaron.

Para el P. Lazo, esta experiencia “caló y tocó lo más profundo de sus corazones” y les permitió conocer “la realidad y la urgencia de la misión”. Los adolescentes líderes dieron “testimonio de cómo ser misioneros en estos tiempos de pandemia y escasez material”, afirmó.

Al respecto, dijo que “es una gran riqueza de nuestra iglesia local” que durante la pandemia, los jóvenes “no han sido sujetos pasivos, sino también sujetos activos y de transformación” en muchas diócesis en Cuba, y no solo desde la tarea misionera, sino también formativa, “que desde mi criterio es fundamental en nuestra vida de cristianos”.

Señaló que “la escuela ha sido una gracia” que renovó “la pasión y el ardor por la misión evangelizadora” de los líderes de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, y anunció que a partir de setiembre u octubre hasta junio del próximo año brindarán formación mensual a niños de 10 a 11 años líderes de la IAM y también a otros jóvenes de la Iglesia en Cuba.

Además, señaló que otras diócesis como la de La Habana quieren replicar la experiencia de la escuela de líderes, pero subrayó que “hay que mejorar las condiciones epidemiológicas que permitan que podamos darle continuidad a este proceso”.

“Queda mucho por hacer, es cierto, pero esta Escuela de Formación ha sido un instrumento al servicio de la misión, nuestros muchachos han experimentado la alegría de vivir y el gusto por la misión y se ha fortalecido la Infancia y Adolescencia Misionera”, concluyó.

Fuente: ACI