“Las
empresas farmacéuticas, apoyando la investigación y orientando la producción,
pueden contribuir generosamente a una distribución más equitativa de los
medicamentos”, lo dijo el Papa Francisco en su discurso a los miembros de la Fundación “Banco
Farmacéutico”, a quienes recibió en audiencia este sábado, 19 de
septiembre de 2020, en la Sala Clementina del Vaticano.
Marginalidad farmacéutica
En
su discurso, el Santo Padre recordó que, este año el Banco Farmacéutico cumple
20 años de fundación y desde el año 2000 ha recorrido un largo camino,
extendiendo su presencia en toda Italia y en otros países, asistiendo y
proporcionando medicinas a los más pobres. “Quien vive en la pobreza – señalo
el Pontífice – es pobre en todo, incluso en las medicinas, y por lo tanto su
salud es más vulnerable”. A veces se corre el riesgo de no poder recibir
tratamiento por falta de dinero o porque algunas personas en el mundo no tienen
acceso a ciertos medicamentos. También existe una "marginalidad
farmacéutica", afirmó el Papa, y esto crea una nueva brecha entre las
naciones y entre los pueblos.
Globalizar la curación
Asimismo,
el Papa Francisco señaló que, en el plano ético, si existe la posibilidad de
curar una enfermedad con un medicamento, éste debe estar disponible para todos,
de lo contrario se crea una injusticia. “Demasiadas personas, demasiados niños
siguen muriendo en el mundo porque no pueden tener ese fármaco que está
disponible en otras regiones – precisó el Pontífice – conocemos el peligro de
la globalización de la indiferencia; en cambio, propongo globalizar la cura, es
decir, la posibilidad de acceso a esos medicamentos que podrían salvar tantas
vidas para todas las poblaciones”. Para ello, agregó, necesitamos un esfuerzo
común, una convergencia que involucre a todos.
Distribución equitativa de
medicamentos
Además,
el Santo Padre alentó a los miembros del Banco Farmacéutico a que, la
investigación científica pueda avanzar en la búsqueda de nuevas soluciones a
viejos y nuevos problemas. “El trabajo de tantos investigadores es valioso y
representa un magnífico ejemplo de cómo el estudio y la inteligencia humana son
capaces de hacer crecer, en la medida de lo posible, nuevos caminos de sanación
y curación”. Por ello, dijo el Papa, las empresas farmacéuticas, apoyando la
investigación y orientando la producción, pueden contribuir generosamente a una
distribución más equitativa de los medicamentos.
Servicio de atención a los
más necesitados
En
este sentido, el Papa Francisco dijo que, los farmacéuticos están llamados a
prestar un servicio de atención en cercanía a las personas más necesitadas, y
con la ciencia y conciencia trabajan por el bien integral de quienes acuden a
ellos. También los gobernantes, a través de las opciones legislativas y
financieras, están llamados a construir un mundo más justo en el que no se
abandone a los pobres.
Vacuna anti-Covid para
todos
Finalmente,
el Pontífice recordó que, la reciente experiencia de la pandemia, además de una
gran emergencia sanitaria en la que ya han muerto casi un millón de personas,
se está convirtiendo en una grave crisis económica, que sigue generando
personas y familias pobres que no saben cómo salir adelante. Si bien se está
prestando asistencia caritativa, también se trata de combatir esta pobreza
farmacéutica, en particular con el uso generalizado de nuevas vacunas en el
mundo. Repito que sería triste si al proporcionar la vacuna se diera prioridad
a los más ricos, o si esta vacuna se convirtiera en propiedad de esta o aquella
nación, y no fuera para todos. “Tendrá que ser universal para todos”.
Renato
Martínez – Ciudad del Vaticano
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