La catedral de
Plasencia exhibe desde el viernes 7 al sábado 15 la Virgen yacente de la
Asunción
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Urna con la Virgen del Tránsito en su interior |
En una
capilla situada a la izquierda del retablo mayor de la Catedral Nueva de
Plasencia nos encontramos con el Retablo-Sepulcro del Tránsito o de la
Asunción, un auténtico mausoleo de la Asunción de la Virgen a los cielos.
En él podemos
observar durante 9 días al año la representación de la “Dormición de
María”. Pocas tallas existen en España de vírgenes yacentes, la
representación de la muerte de la Virgen es algo infrecuente en la iconografía
cristiana al no estar ratificada por los textos oficiales de la Iglesia, y es
que su origen está en los evangelios apócrifos asuncionistas.
Posteriormente
“La Leyenda Dorada” (relatos de vidas de santos reunidos por
el dominico Santiago de la Vorágine, arzobispo de Génova) se
encargó de popularizarla a mediados del XIII.
Poca
información tenemos sobre la procedencia de la talla, se cree que fue
realizada en la ciudad de Salamanca, en lo que coinciden todas las leyendas
es en que llegaría a Plasencia desde algún pueblo diocesano
salmantino hacia 1588.
La imagen es
de estilo renacentista, se muestra vestida amortajada “en el
trance mismo de la muerte” mostrando solamente el rostro, las manos orantes y
los pies, el resto del cuerpo se encuentra cubierto por un largo vestido de
terciopelo color rosa bordado en hilos de oro que le regaló durante una visita
a la ciudad en el siglo XIX Isabel II “la Reina Castiza”. La talla es adornada
con una cruz pectoral regalo de un prelado, una corona de flores dorada, una
curiosa mariposa, las joyas donadas por los devotos y anillos de varios
obispos. Son significativas sus sandalias delicadamente bordadas.
A la talla,
inicialmente se la rindió culto en un pequeño altar, pero la gran devoción
popular que despertó llevó al Cabildo a encargar al taller de los Churriguera
un retablo-sepulcro en 1724. Fue realizada por los hermanos José,
Joaquín y Alberto y está fechado en el primer cuarto del siglo XVIII.
La talla se
localizada en un acristalado sarcófago barroco de madera
chapeada de concha con incrustaciones y roleos de bronce dorados, y su techo
esta por dentro incrustado de plata labrada. Fue costeada por el obispo
Bartolomé de Ocampo en 1701 probablemente por el mal estado en que debía
encontrarse la urna precesora.
A los pies de
la virgen se encuentran enterrados varios de los más ilustres obispos de la
diócesis.
El escritor
placentino José Sendín en 'Las Catedrales. Plasencia' nos
cuenta como es el altar más misterioso del templo, el que acapara
más historia y alrededor del cual giran una serie de llamativos sucesos. José
María Barrio nos narra en 1851 en “Apuntes para la Historia General de la M.N.
y M.L. Ciudad de Plasencia” lo siguiente:
El 9 de mayo
de 1795 uno de los cuerpos más
elevados del Retablo de la Asunción se desplomó durante la celebración de una
Eucaristía. El suceso transcurre de la siguiente manera: durante la misa,
el monaguillo oyó rechinar el retablo y avisó al sacerdote que haciendo caso
omiso de las advertencias recibió sobre su cuerpo todo el peso de la mole
desprendida causándole la muerte al instante, el monaguillo pudo librarse
refugiándose en la sacristía, cuya puerta se encuentra justo al lado.
Nunca más se
volvió a reconstruir dicha parte, y es por esta razón que hoy parece
desproporcionado con respecto al hueco de la capilla y que las imágenes de los
padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana parezcan de proporción
descompensada. Se cree que debió desprenderse debido a la escasa calidad de los
elementos empleados en su construcción.
Respecto a
esta talla, a día de hoy continua la costumbre medieval de mantenerla oculta a
los ojos del público la mayor parte del año y exponerla en momentos puntuales.
Cada año, el día 6 de agosto, con motivo de la celebración de
la novena a la Santísima Virgen María en el Misterio de su Asunción, un
complejo sistema de poleas y cuerdas instalado en el retablo eleva desde el
sepulcro el cuerpo inerte amortajado.
La imagen
mariana se mantiene expuesta hasta el día 15 de agosto que tras la misa de
12:00h vuelve a ocultarse y se procede al cierre del sepulcro.
Fuente: Extremadura
Misteriosa