UN PEDAZO DE LA IGLESIA DE ÁFRICA EN VALENCIA

El pasado mes de febrero, el cardenal arzobispo de Valencia erigió la parroquia personal de Nuestra Señora de África para atender a la comunidad católica africana en la diócesis

Foto: Parroquia Africana de Valencia
Este fin de semana, después de una larga espera por la pandemia, ya han podido celebrar la primera Eucaristía.

El pasado mes de febrero, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, erigió una nueva parroquia personal, bajo la advocación de Nuestra Señora de África, cuya misión sería la de atender a la comunidad católica africana de la diócesis. 

Una comunidad que iba a tener como referencia el templo de San Mateo Apóstol y Evangelista pero que su influencia se extendería por todo el territorio y que funcionaría de forma autónoma con sus Eucaristías y actividades propias.

De hecho, como el resto de parroquias de la diócesis, tendrá su propio archivo, los libros de bautismos, matrimonios, confirmación y exequias y tendrá que presentar cada año el preceptivo balance de cuentas. Los idiomas utilizados serán el francés y el inglés.

La realidad de la pandemia hizo que durante todo este tiempo la comunidad africana no pudiera reunirse en torno al altar ya en su nueva parroquia. Hasta este fin de semana, cuando celebraron la primera Eucaristía, una celebración marcada por los ritmos y colores africanos.

Según el sacerdote senegalés y misionero del Espíritu Santo Diagne Jean François Abdou, responsable de la comunidad, la creación de esta parroquia es «una señal de atención de nuestro arzobispo a la presencia africana en la archidiócesis» y «un testimonio de fe de la universalidad de la Iglesia».

Y añade: «Para nosotros es importante celebrar nuestra fe en el dinamismo, la solidaridad y el intercambio, que son fuertes símbolos para la Iglesia de África. Vamos a reflexionar juntos para ver cómo podemos vivir de manera fraterna con todos nuestros hermanos españoles sin distinción alguna y sin renunciar a nuestra africanidad».

Compartir el templo con la parroquia de San Mateo va a ayudar en este sentido. «Nuestra contribución será muy importante. Con nuestra manera de celebrar la Misa y de vivir la fe mostraremos la belleza de la Iglesia en África en la unidad con nuestra Iglesia local», explica en conversación con Alfa y Omega.

En estos momentos, el padre Diagne está trabajando para contactar con el mayor número posible de católicos africanos que viven en Valencia para ofrecerles su atención y así tener una estimación de la población que tendría la nueva parroquia personal, datos que todavía no se han calculado. «Lo que está claro –explica el sacerdote– es que son un gran número».

De hecho, está haciendo circular una misiva en francés en la que explica la creación de esta nueva realidad parroquial, se presenta e invita a todos a asumir la misión que Dios les encomienda en estos momentos: «Mostrar la vivacidad, el dinamismo y la autenticidad de la fe africana con culturas diferentes, ricas y variadas».

Chinos, polacos y ucranianos

Esta nueva parroquia se une a otras de las mismas características que ya están atendiendo a colectivos en función de su origen. Es el caso de chinos, polacos y ucranianos. La razón para otorgarles este servicio en vez de que se integren en las parroquias ordinarias tiene que ver fundamentalmente con cuestiones como el idioma y el rito o estilo de celebración.

Aunque la realidad afirma que la mayor parte de las parroquias personales se erigen para atender a comunidades migrantes de la misma lengua o nacionalidad, también es cierto es que este recurso puede utilizarse para otros colectivos como estudiantes, militares, personas privadas de libertad...

F. O.

Fuente: Alfa y Omega