Trepando,
trepando
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Salimos
a trabajar a la huerta y, al mirar a la fachada del Noviciado, vimos cómo una
enredadera, por un lado, trepando, trepando, estaba llegando hasta el primer
piso, y por otro sitio ya casi había cubierto una ventana que da a la zona de
la sacristía.
Tiene
tal fuerza que se estaba incrustando en la pared, casi rompiendo la cañería por
la que subía, y tapaba la luz que entraba por la ventana. Tuvimos que cortar
desde abajo para evitar que fuese a más y redirigir la planta.
Pensaba
en todo aquello que tenemos en el corazón que en un principio se insinúa como
una pequeña planta a modo de pregunta (¿cuándo volverá la normalidad?, ¿cómo se
solucionará este problema...?), pero que, si se le deja crecer, va trepando y
trepando hasta adherirse con fuerza, llegando a quitarnos la luz para seguir
caminando o incrustándose a modo de intranquilidad o incertidumbre. Y la clave
está en la confianza. Jesús está a tu lado para podar y redirigir todos tu
miedos e inquietudes. Solo necesita que le dejes las tijeras en Sus manos antes
de que tus preocupaciones empiecen a trepar.
La
confianza en Él nos lleva a descansar, a saber que cuida de todo lo nuestro. Y,
confiando en Cristo, perdemos el miedo a seguir caminado.
Coge
todos esos interrogantes y ponlos a los pies de Jesús, deja que se ocupe de tu
pasado, de tu futuro, y hoy te acompañe en lo que vas a vivir. Las
circunstancias no cambiarán, pero caminar de Su mano te permitirá vivir de otra
manera.
Hoy
el reto del amor es vivir con confianza en Jesús este día que tenemos por
delante, sabiendo que Él está contigo. Lleva a alguien delante de un Sagrario,
da una palabra de esperanza, deja un libro que te haya ayudado a esa persona
que te hable de sus miedos o inquietudes, que le lleve a la esperanza,
sabiéndose acompañado por Cristo en medio de su situación.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma