En
cazo o microondas
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Fui
a ayudar a una hermana a la cocina, una hermana de la generación “del puchero”.
Llegué y había que calentar agua: la metí en el microondas y me miró
sorprendida. Me preguntó:
-¿Lo
calentáis así?
A
lo que respondí que sí, que es lo más fácil, que... Pensé que le descubría un
algo nuevo, mejor y más práctico. Le expliqué hasta cuántos minutos había que
ponerlo. Ella, paciente, escuchaba.
Mientras
ella seguía haciendo otras cosas, lo siguiente que yo tenía que hacer era
calentar el tomate que había en un cuenco de metal. Estaba pensando cómo
meterlo al microondas, y era un dilema, pues había que cambiarlo a otro
recipiente de otro material... Mientras razonaba esto sin expresarlo, la
hermana cogió el pequeño cuenco, lo puso encima del fuego, ¡como un puchero!, y
se calentó rápido y bien. Fue ella la que me descubrió algo nuevo, mejor y más
práctico.
Me
quedé mirándola y me di cuenta de todo lo que los demás nos pueden aportar.
Muchas veces pensamos que lo nuestro es lo mejor: por nuevo, por rápido, por
avanzado... y, sin embargo, en los que nos rodean hay una gran sabiduría en los
detalles más pequeños. Me dije: “Si parásemos a descubrirlos...”
Cada
uno de nosotros hemos sido creados con unos dones maravillosos, pero limitados.
Tenemos una visión parcial de las cosas, sabemos lo que sabemos y esto es
maravilloso, porque nos hace sabernos necesitados de los demás. Si hemos sido
creados con cierta ignorancia no es para tener miedo y esconderla, ¡al revés!
Es una de las llaves que nos abren las puertas para descubrir a los hermanos.
Me
gusta imaginar a los discípulos preguntando a Jesús: “Enséñanos a orar”, “¿Por
qué...?”, “¿Qué significa...?”, pues sabían que en Él estaban todas las
respuestas a sus preguntas más profundas, y gracias a eso aprendieron a
caminar.
Hoy
el reto del Amor es que te abras a la sabiduría de esa persona con la que
tengas que estar. Pregúntale sobre lo que está haciendo, cómo lo hace y
ayúdale. Aunque se trate de un niño y sientas ser de la generación “del
puchero”, o aunque se trate de un mayor y seas de la última tecnología,
disfruta de todo lo que te pueden aportar los demás. Hoy deja que te completen.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma