SANTO DEL DÍA: SANTA CATALINA TEKAKWITHA

Santa Catalina fue beatificada por San Juan Pablo II, en 1980 y canonizada por el Papa Benedicto XVI, en octubre de 2012

Dominio público
Cada 17 de abril la Iglesia celebra la Fiesta de Santa Catalina (Kateri) Tekakwitha, la primera santa piel roja de Estados Unidos. Se le considera patrona de la naturaleza y de la ecología junto a San Francisco de Asís. Sus últimas palabras fueron: “¡Jesús, te amo!”.

Catalina nació en Auriesville, Nueva York (Estados Unidos), en 1656. Su madre era una cristiana miembro de la tribu algonquina, que había sido capturada por los iroques y liberada por quien sería el padre de Tekakwitha, un jefe tribal Mohawk. 

A los cuatros años mueren sus padres y su hermano por la epidemia de viruela. A causa de esta misma enfermedad ella quedó con el rostro desfigurado, la vista seriamente dañada y a cargo de sus tíos.

A sus 11 años, Catalina conoció la fe cristiana cuando a su pueblo llegaron misioneros jesuitas, que acompañaban a los diputados mohicanos para firmar la paz con los franceses.

Si bien aceptó la fe rápidamente, la joven pidió bautizarse recién a los 20 años, haciendo frente a la oposición de su familia, y al rechazo de su comunidad. Tuvo que huir de su pueblo hasta llegar a unas comunidades cristianas en Canadá.

Más adelante hizo la Primera Comunión el día de Navidad y realizó el voto de castidad. Durante su corta vida, mantuvo una intensa devoción al Bendito Sacramento.

Partió a la Casa del Padre el 17 de abril de 1680, en Semana Santa de aquel año, y con tan solo 24 años. A su muerte, el pueblo desarrolló inmediatamente una gran devoción por ella, y muchos peregrinos acudían a visitar su tumba, en Caughnawaga.

Cuenta la tradición que las cicatrices que la santa tenía en el rostro se desvanecieron después que falleciera y que se sanaron muchos enfermos que fueron al funeral.

En 1884, el P. Clarence Walworth mandó erigir un monumento junto a su sepultura y llegó a ser conocida como “El Lirio de los Mohawks”.

Santa Catalina fue beatificada por San Juan Pablo II, en 1980 y canonizada por el Sumo Pontífice Emérito Benedicto XVI, en octubre de 2012.

Si bien en Estados Unidos su fiesta es el 14 de julio, en el resto del mundo, de acuerdo al martirologio, hoy se recuerda a Santa Catalina Tekakwitha.

Oración a Santa Catalina Tekakwitha

Santa Catalina Tekakwitha,
la flor más bella que haya florecido
entre los hombres de piel rojiza, el lirio de los mohawks,
flor que simboliza la pureza,
pura, inocente y buena de corazón,
dotada por Dios de gran belleza espiritual,
dulce santa Catalina, ruega por nosotros.

Tu que expresaste tu pasión por la fe de modo angelical,
soportaste grandes dificultades y superaste duras luchas,
que te sacrificaste a ti misma para recibir el Evangelio,
y dejaste testimonio de enorme caridad cristiana
de dedicación y compasión por los menos favorecidos,
pide por nosotros al Señor y escucha nuestras suplicas.

Santa Catalina, bendita auxiliadora
venerada por tu dedicación al prójimo,
y dispensadora de gracias y favores del Cielo,
por los milagros que obraste y sigues otorgando,
te ruego me tiendas tu mano generosa
y me des consuelo y alivio en mis penas,
derrama tus bendiciones sobre mí y dame tu ayuda en:
(pedir ahora con mucha esperanza lo que se necesita).

Gloriosa santa Caterina, de corazón limpio y noble,
amante de la Cruz de Jesucristo
y fiel devota de María Santísima
deposito en ti toda mi confianza
sabiendo que nunca defraudas ni abandonas a nadie,
sabiendo que eres amada por el Señor
y eres poderosa intercesora te ruego:
lleva mis necesidades al Cielo
y haz que sean concedidas mis peticiones,
mira mis penas y desalientos,
mis graves dificultades y problemas,
auxíliame cuanto antes y dame remedio en mi amargura.

Santa Catalina, alma encendida de caridad,
que diste heroico ejemplo de paciencia y mortificación,
concédeme firmeza y adelanto en la fe, esperanza y caridad;
tu que fuiste elegida por Dios entre los humildes y olvidados
que por tus virtudes, amor y lucha por defender tu fe
brillaste con luz propia y fuiste colmada de santidad,
que enseñaste a tu pueblo a amar con pureza a Jesús y a María
alcánzame que mi corazón se encienda de amor hacia Ellos
así como hacia mis hermanos los hombres,
y que imite tu sencillez y tus virtudes en todo momento.

Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Fuente: ACI