HOY EL RETO DEL AMOR ES PEDIRLE A CRISTO PODER VER A LOS DEMÁS CON SUS OJOS

Criterio de selección

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

El otro día estaba elaborando unos collares. En ellos va insertada una cruz griega de metal, bastante ancha. Sin embargo, al poco de empezar, se me acabaron las cruces.

-Ve al armario de arriba -me indicó Israel- y allí encontrarás una caja llena. Pero, ¡cuidado! Selecciónalas con atención, pues nos hemos dado cuenta de que hay muchas defectuosas...

Subí y, una vez localizada la caja, comencé mi revisión. Sí, efectivamente, allí había un montón de cruces con unas manchas negras tan llamativas como espantosas. Con muchísimo cuidado, fui buscando las más limpias, ¡pero era realmente difícil!

Con el material en las manos, bajé y continué mi trabajo. Al acabar los collares, fui a enseñarle uno a Israel.

-Uy... -susurró- Esta cruz es de las defectuosas... El metal está lleno de bultitos...

-Pero está limpia... -respondí.

-¡Las manchas son lo de menos! -sonrió Israel- Basta con limpiarlas...

De pronto me di cuenta de que mi criterio de selección había sido erróneo. Efectivamente, las manchas, aunque son llamativas, se pueden quitar. En cambio, lo que había que revisar era el metal, ¡pues los bultitos no se van de ninguna manera! Las manchas se pueden limpiar, pero lo esencial no cambia. ¡Y así somos nosotros!

Las manchas (meteduras de pata, faltas de paciencia...) es muy fácil que aparezcan a lo largo del día, pero Cristo nos regala la posibilidad de “limpiarlas” pidiendo perdón, restaurando la comunión...

Sin embargo, por muy sucios que estemos, nuestros errores no nos definen. Lo esencial en tu vida y en la mía es que somos amados por Cristo, ¡y no con un amor cualquiera!, sino con un amor hasta la muerte.

Pueden suceder mil cosas, puedes tomar cientos de decisiones equivocadas, pero nada ni nadie podrá cambiar “tu metal”. Cristo te ama con un amor incondicional. ¡Eres infinitamente valioso para Él!

La cuestión es en qué nos fijamos al mirarnos a nosotros mismos o a los demás... ¿ves las manchas o el metal?

Hoy el reto del amor es pedirle a Cristo poder ver a los demás con Sus ojos. Te invito a que, a lo largo del día, al menos tres veces, te hagas consciente de que esa persona que tienes delante, o que te cruzas por la calle... independientemente de las manchas que puedas ver, ¡es también hijo amado de Dios! ¡Feliz día!

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma