Nueva
oportunidad
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El año
pasado, en verano tenía unos zapatos muy viejitos, y me regalaron unos nuevos.
A primera vista eran perfectos, blanditos, doblaban bien, cómodos para poder
tenerles puestos todo el día... pero tenían una costura en la parte de arriba,
por la izquierda, y me rozaba en el dedo.
Al
principio pensé que no era nada, pero, poco a poco, me hizo una herida. Creí
que era cuestión de tiempo, que se adaptaría el pie al zapato... porque estaba
segura de que el zapato no se adaptaría. Finalmente no se adaptó mi pie, y me
quedé con la herida y el pie dolorido. Así guarde los zapatos en el zapatero
para la siguiente temporada.
Hace un
mes fui al zapatero a cambiarme de temporada, y me encontré con los zapatos
viejitos y con estos nuevos que el año anterior me las hicieron pasar fatal.
Mi
memoria me decía: “Ni se te ocurra coger los zapatos nuevos, vas a volver a
tener herida”; la memoria me recordaba lo mal que lo pasé. Pero, por otro lado,
algo por dentro me decía: “¿Por qué no volverlo a intentar?, quizás me ha
cambiado el pie...”
Así que
decidí volver a intentarlo, con la alegría de descubrir que ya no me rozan y
estoy feliz.
Cuántas
veces nuestra memoria nos hace tirar la toalla, no volver a intentarlo; tenemos
miedo al fracaso, al sufrimiento, al que dirán. Y la realidad es que cada día
es nuevo, nada es como ayer. Porque Cristo hace nuevas todas las cosas.
Pero nos
cuesta arriesgar, preferimos quedarnos con lo que tenemos, aunque sea
viejecito. En cambio, el Señor nos invita a volver a levantarnos y volver a
intentarlo, porque cada día es nuevo.
Cristo
está vivo y vive con nosotros, y nada vivo esta parado: lo que está vivo, es
dinámico. Jesús no está en el sepulcro, no está en las nubes mirando qué
hacemos. Jesús está a tu lado caminando, sentado contigo trabajando,
acompañándote en ese viaje que vas a hacer. Él está, y desde esta realidad
tenemos que vivir.
La Fe no
solo es para creer en la vida eterna, la Fe es para vivir aquí en plenitud, con
la cabeza alta y dando sentido a todo lo que vivimos. Porque el Señor está con
nosotros. No dejes que sea tu memoria la que tome las decisiones; que sea tu Fe
la que las tome.
Hoy el
reto del amor es hacer una llamada a esa persona que tienes olvidada pero que
un día fue importante para ti. Date una nueva oportunidad y deja atrás lo que
pasó; está en manos del Señor.
VIVE DE
CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma