HOY EL RETO DEL AMOR ES PASAR UN RATO CON JESÚS Y PEDIRLE ESTA PAZ QUE SOLO ÉL NOS DA

Paz interior

Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Este verano una amiga viajó a Fátima y me regaló, de marmolina, la Virgen con los tres pastorcitos y el ángel, de un tamaño un poco grande, para poner en la huerta del Noviciado. Desde entonces llevábamos pensando cómo poder hacer una cueva-caseta para ellos.

Por fin Joane se ha decidido a construirla con palés. Y ayer por la mañana nos pusimos a ello.

Ella tenía ya colocados dos palés laterales que hacían de pared, con otro que hacía de base, pero, al sujetarlos, veíamos que se cimbreaban mucho; no estaban estables, y un fuerte viento lo tiraría.

Por ello, decidimos cortar unas tablas, ponerlas de lado a lado y atornillarlas. Poco a poco cogía consistencia y, cuando hemos puesto la última tabla, no se movía para nada.

Al mirarlo acabado me daba cuenta de que en nuestra vida tenemos patas que nos sujetan, como puede ser nuestro trabajo, hobby, pasear, compartir... y bases donde sostenernos, como es nuestra familia, esa amiga que compartes desde lo más profundo y te sientes entendida y querida... pero hay una tabla que hace que todo tenga estabilidad. Y le daba gracias al Señor porque podemos tener todo eso, pero si no tenemos paz, todo se nos viene abajo.

Porque la inquietud, el desasosiego, hacen que no acabemos de descansar, y podemos tener todo pero, si no tenemos paz interior, nuestra casa no coge estabilidad.

La paz en nuestro interior es una fuente de bendiciones. Unas veces la perdemos, o quizás hay algo que hace que no tengamos paz interior. Jesús es lo que nos regala con su Resurrección: “Mi paz os dejo, mi paz os doy”. Él quiere que tengas paz en tu corazón, que nada te haga vivir con miedo, con temor, con incertidumbre... que tu corazón pueda descansar y tu vida coja estabilidad.

Hoy el reto del amor es pasar un rato con Jesús y pedirle esta paz que solo Él nos da. Pídele luz para ver dónde no tienes paz y el camino para conseguirla. Él te la quiere regalar, y te aseguro que, cuando te acostumbras a vivir con esta paz interior, ya no puedes vivir sin ella. Pruébalo tú mismo y me lo contarás.

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma