Reivindica la figura
del misionero español, que «hizo sacrificios heroicos para proteger a los
indígenas de California de los conquistadores»
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Foto: EFE/Atienza |
El Obispado de Mallorca ha
emitido una nota en la que condena que se haya vandalizado la
estatua de san Junípero Serra situada en la plaza de San Francisco de Palma,
con pintadas en las que acusan al misionero mallorquín de «racista».
El ataque llega después de
que una concejala de Podemos en el Ayuntamiento de Palma
compartiese una foto de la estatua de fray Junípero en la capital de Mallorca y
afirmase que se debería emular a los habitantes de San Francisco, que tiraron
una en el marco de las protestas antirracistas hace unos días. Eso sí,
«pacíficamente», dijo.
Desde el obispado lamentan
que un movimiento internacional renovado «para sanar recuerdos y corregir las
injusticias haya sido secuestrado por algunos que ejercen violencia y
vandalismo. «El destrozo de imágenes de san Junípero es el último ejemplo»,
recoge.
Trabajó por la dignidad de
los oprimidos
Asimismo, recuerda que
cualquier persona que trabaja por la justicia y la igualdad «se une a la
indignación de quienes han sido y siguen sino oprimidos», y añade que los
cristianos «están llamados a trabajar incansablemente por la dignidad de todos
los seres humanos». «Esta es la piedra angular de nuestra fe. Durante los
últimos 800 años, las diversas órdenes franciscanas han sido ejemplares no solo
para servir, sino para identificarse con los pobres y darles su dignidad de
hijos de Dios. San Junípero Serra no es una excepción», continúa la nota.
Y pone de manifiesto que el
misionero «hizo sacrificios heroicos para proteger a los indígenas de
California de los conquistadores, especialmente de los soldados». En concreto,
recuerda que caminó hasta la ciudad de México para obtener facultades
especiales del virrey de España para meter en vereda a los militares que
abusaban de los indios. Y que «les ofreció lo mejor que tenía: el conocimiento
y el amor de Jesucristo mediante la educación, la atención sanitaria y la
formación en artes agrarias».
Si bien no se quiere negar
«que se han producido equivocaciones históricas que necesitan curación de
recursos y reparación», explica que «del mismo modo que los errores históricos
no se pueden corregir manteniéndolos ocultos, tampoco se pueden justificar
reescribiendo la historia». «La ira contra la injusticia puede ser una
respuesta saludable cuando es una indignación justa que hace avanzar una
sociedad. Pero, como enseña el mismo Jesucristo, y san Francisco modeló, el
amor y no la rabia es la única respuesta», concluye.
Así, el obispo de Mallorca,
Sebastià Taltavull trasladó su adhesión y apoyo de los franciscanos menores de
Petra, herederos de San Junípero Serra, y a los fieles del municipio, «que
tienen en el padre Serra un ejemplo de bondad y acercamiento a las culturas».
También han enviado cartas de apoyo a los arzobispos de Los Ángeles y San
Francisco y a los responsables de la Orden de los Franciscanos Menores.
F. O.
Fuente: Alfa y Omega