Oración,
cercanía y justicia, rasgos del santo
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Misa por el centenario del nacimiento de Juan Pablo II, 18 mayo 2020 © Vatican Media |
En
el centenario del nacimiento de san Juan Pablo II, el Papa Francisco presidió
la Misa en la capilla de la basílica de San Pedro, donde se encuentra la tumba
del papa polaco.
Concelebraron
la Eucaristía el cardenal Angelo Comastri, vicario general del Papa para la
Ciudad del Vaticano y arcipreste de la basílica vaticana, el cardenal polaco
Konrad Krajewski, limosnero apostólico; Mons. Piero Marini, maestro de
celebraciones litúrgicas durante 18 años del pontificado de Juan Pablo II; y el
arzobispo polaco Jan Romeo Pawłowski, jefe de la Tercera Sección de la
Secretaría de Estado que se ocupa del personal diplomático de la Santa Sede,
indica Vatican News.
Juan Pablo II, guía de la
Iglesia
El
Santo Padre comenzó la Misa rezando a “Dios, rico en misericordia”, que llamó a
san Juan Pablo II para que guiara a toda la Iglesia, para que nos concediera,
“fortalecidos por su enseñanza, abrir con confianza nuestros corazones a la
gracia salvadora de Cristo, único Redentor del hombre».
“El
Señor ama a su pueblo, visitó a su pueblo: y hace cien años, llamó a un hombre
para dirigir la Iglesia”, explicó el Papa en la homilía.
Oración y cercanía al
pueblo
En
ella, de acuerdo al citado medio vaticano, el Pontífice señaló también tres
rasgos que caracterizaron a Juan Pablo II: la oración, la cercanía al pueblo y
el amor por la justicia.
Efectivamente,
san Juan Pablo II era un hombre de Dios porque rezaba mucho, que dedicaba mucho
tiempo de oración, pues sabía que “la primera tarea del obispo es rezar”.
El
segundo rasgo es que se trataba de un hombre cercano a la gente y recorrió el
mundo buscándola. Esta cercanía es uno de las características de Dios, pues Él
está cerca de la gente: “Una cercanía que se hace fuerte en Jesús”, dijo el Obispo
de Roma.
“Un
pastor está cerca del pueblo, al contrario, no es un pastor, es un jerarca, es
un administrador, tal vez bueno pero no es un pastor. Cercanía al pueblo. Y san
Juan Pablo II nos dio el ejemplo de esta cercanía: cerca de los grandes y los
pequeños, de los cercanos y los lejanos, siempre cerca, estaba cerca”, apuntó.
Justicia y misericordia
También,
prosiguió el Papa Francisco, Karol Wojtyla era un hombre que quería justicia,
“justicia social, la justicia de los pueblos, la justicia que expulsa las
guerras. ¡La justicia plena! Por eso san Juan Pablo II fue el hombre de la
misericordia, porque la justicia y la misericordia van juntas, no se pueden distinguir,
están juntas: la justicia es la justicia, la misericordia es la misericordia,
pero la una sin la otra no se encuentra”.
Además,
en este sentido, alabó todo lo que el papa polaco hizo para que la gente
entendiera la Divina Misericordia, especialmente con la devoción a Santa
Faustina.
“Oremos
hoy para que nos dé a todos la gracia de la oración, de la cercanía y de la
justicia que es misericordia y de la misericordia que es justicia”, concluyó el
Santo Padre.
Fin de las emisiones
La
de hoy ha sido la última Misa matutina celebrada por Francisco y transmitida en
directo. Las emisiones comenzaron el pasado 9 de marzo
pasado, debido a suspensión de las celebraciones eucarísticas con la
participación de los fieles a causa de la pandemia del coronavirus.
Ante
la reanudación en Italia y en otros países del culto público, la emisión en
directo de la Misa a las 7 horas desde la Casa Santa Marta termina a partir de
mañana, 19 de mayo.
Así,
el Papa espera que los católicos puedan volver a la comunidad, a la
familiaridad con Dios en los sacramentos, respetando siempre las directrices
sanitarias establecidas para la seguridad de todos.
Larissa
I. López
Fuente:
Zenit