El
valor de tu sonrisa
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Me
impresiona ver a la gente con mascarillas; cuando viene un repartidor, alguna
persona a hacer algún servicio al torno... me quedo mirándola y pienso: ¿cómo
será su cara? ¿Le reconoceré cuando pase esto? Y, sobre todo... ¿estará
sonriendo, serio...?
Todas
nuestras bocas se han vuelto blancas, azules clarito o, a lo sumo, decoradas
con dibujos que las animan un poco: todos somos iguales aparentemente, no se
ven las sonrisas y, ¡cómo se echan de menos!
La
sonrisa transmite acogida, acercamiento, confianza... Sin palabras, se dice
mucho con ella; ahora está tapada y nos puede llevar a mantenernos más
distantes, desconfiados o en el anonimato con aquellos que nos cruzamos.
Jesús
dice: “Vosotros sois la luz del mundo (...). No se enciende una lámpara para
meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero. Brille así
vuestra luz ante los hombres”. Sí, parece que estamos metidos en un celemín,
pero la luz de Cristo no por eso deja de brillar en nosotros. Su Amor, Su
acogida... ¡todo lo hemos recibido de Él! Y el mundo espera que seamos Luz,
reflejo del Amor que hemos recibido.
No
dejes que una mascarilla convierta en anónimo al que pasa a tu lado; cuidando
las medidas de precaución, puedes seguir llevando los frutos de acogida,
confianza que das con tu sonrisa aun estando cubierta con tu saludo, con una
palabra de consuelo, ofreciendo tu oración, teniendo un detalle.
Hoy
el reto del amor es que dibujes una sonrisa en tu mascarilla y que elimines una
barrera con un gesto de cariño hacia un desconocido que te haga salir del
anonimato. Que hoy seas Luz del mundo ante tantos que necesitan esperanza.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma