Isabel
Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, publicó un tuit recientemente
para agradecer el trabajo de las religiosas durante esta pandemia de
coronavirus que afecta especialmente a la capital española
De
hecho, en España hay 102 mil contagiados por COVID-19 y más de nueve mil
fallecidos. Pero en la Comunidad de Madrid hay casi 30 mil infectados y casi
cuatro mil fallecidos.
La
presidenta de la Comunidad de Madrid aseguró que “hay unas personas de las que
nunca se habla pero que siempre están ahí para cuidar de los más necesitados y
ahora, están muy afectadas por el coronavirus porque muchas son muy mayores.
Son las religiosas. Nunca se quejan, no alzan la voz. Y también las quiero
recordar a ellas”.
Muchos
conventos y órdenes religiosas han comenzado a colaborar para parar el
coronavirus de distintas maneras.
Como
es el caso de las 18 religiosas agustinas del monasterio de San Leandro de
Sevilla (España), que han parado la producción de sus famosos dulces de yema
para coser mascarillas “para la Policía Local, la Guardia Civil, sanitarios y
voluntarios de Cáritas”, según destacó la superiora de la comunidad al
diario ABC.
El
pasado 30 de marzo habían entregado 100 mascarillas para los voluntarios de un
centro de Cáritas que entregan los alimentos a las personas necesitadas.
Esta
producción de mascarillas se lleva a cabo siguiendo todos los estándares
sanitarios requeridos. Antes de coser se desinfectan las manos, se visten con
mascarillas y bata para evitar cualquier contacto.
Este
convento es tan sólo uno de los numerosos que hay en toda España con
iniciativas similares. Como es el caso de las Hermanas Clarisas de Vitoria que el pasado 27 de marzo
donaron 80 kilos de dulces a los médicos, enfermeros y demás
personal del Hospital Txagorritxu, Vitoria.
“Seguiremos
rezando intensamente por todos ellos y preparando con mucho cariño y
agradecimiento nuevas pastas”, explicaron las religiosas en un comunicado
enviado por la Diócesis de Vitoria.
Muchas
residencias de ancianos y personas con discapacidad están dirigidas por órdenes
religiosas. Como es el caso del Cottolengo del Padres Alegre de Algete, en
Madrid. En el centro viven 60 mujeres con diversas discapacidades y sin
recursos económicos y está dirigida por la congregación de las Servidoras de
Jesús.
Aunque
el pasado viernes un diario informó que dos de las cuidadoras habían fallecido
y no se había dado parte a las autoridades, posteriormente el párroco de
Nuestra Señora de Fuente del Fresno, a la que pertenece esa residencia, explicó
en declaraciones a Religión Confidencial que “dos
hermanas muy mayores que estaban muy malitas fallecieron una el jueves y otra
el viernes. Ni siquiera les realizaron la prueba del coronavirus. La residencia
está en permanente contacto con el Hospital Público Infanta Sofía y con los
servicios sociales municipales. Cuando fallecieron estas dos religiosas,
pusieron en conocimiento de los hechos a la funeraria y, como está pasando en
toda España, se retrasaron debido a la pandemia. Una de ellas fue enterrada el
viernes y la otra el sábado”.
Fuente:
ACI Prensa