Un
día especial
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
otro día te compartí el kit de Cuaresma, y hoy quiero compartirte cómo es un
domingo de Cuaresma en el Monasterio.
En
el convento, durante la Cuaresma, de lunes a sábado es un tiempo penitencial:
todos los días tenemos ayuno y abstinencia, un silencio más profundo, viacrucis
(sobre todo los viernes), más oración personal (especialmente por la noche),
obras de caridad... Bueno, todo lo que la Cuaresma tiene de oración, limosna y
ayuno.
Pero
el domingo es totalmente distinto. Nos dice en Laudes la Palabra de Dios:
“Hoy
es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis; pues es un día
consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es
vuestra fortaleza”. (Ne 8, 9a.10).
Por
lo tanto, se levanta la penitencia, así que no hay ayuno ni abstinencia, hay
mucha más vida comunitaria, por la tarde tenemos Santísimo... es un día
totalmente distinto al resto de la semana.
El
domingo pasa a ser el día “especial”, se hace lo que no se hace los demás días.
El motivo es “porque es un día consagrado a nuestro Dios”, y, por ello, es día
de fiesta.
Los
domingos de Cuaresma son especiales, hasta la naturaleza nos acompaña con su
primavera.
Cuántas
veces el domingo es el día que dedicamos a hacer todo lo que no podemos entre
semana, o, incluso, ya el domingo por la tarde empezamos a trabajar, para tener
todo listo para el lunes. Y nos perdemos la maravilla de disfrutar un día en
familia, haciendo algo distinto, donde la alegría sea el motor.
Cuántas
veces me preguntan cómo transmitir la fe a los que nos rodean... Lo tienes a tu
alcance: empieza por dar al domingo el sentido que tiene, deja que sea un día
dedicado al Señor. Verás que, si paras el domingo, empezarás la semana con
fuerzas renovadas.
Hoy
el reto del amor es hacer un plan de fiesta, donde la alegría de ser cristiano
se manifieste. Después de ir a la Eucaristía, celebra el gran regalo del Amor
de Jesús. Invita a unas bravas, o a una pizza, quizás al cine o a dar un
paseo... lo que te venga al corazón, pero date la oportunidad de descansar por
nuestro Dios, que te ama y quiere que descanses y seas feliz.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma