Son tan sencillas, que están a tu alcance
Las obras de caridad
siempre han sido parte importante de la Cuaresma. Hacer obras de caridad
significa darnos nosotros mismos a los demás, especialmente a las personas
necesitadas. Esto nos recuerda que no importa qué tanto tengamos, sino que lo
que tenemos es un regalo que estamos invitados a compartir con los demás.
Las
obras de caridad nos unen con Jesús, quien se dio a sí mismo completamente por
nosotros. El establecer un comportamiento nuevo que incluya la vivencia de la
caridad alegrará enormemente nuestra Cuaresma.
67. Ofrézcase como
voluntario (a) en su parroquia para ayudar a las personas necesitadas.
68. Como familia,
busquen una organización caritativa que juntos deseen apoyar.
69. Restrinjan sus
gastos y dediquen lo ahorrado a una obra caritativa.
70. Permanezcan atentos
para ayudar a quienes se automarginan.
71. Envíen una tarjeta
de saludo a un pariente, amigo o parroquiano que está confinado en casa.
72. Llamen a un amigo o
conocido que recientemente haya sufrido la muerte de un ser querido.
73. Horneen un pastel
para recibir a los nuevos vecinos de su barrio.
74. Realice alguna tarea
que a alguien de su familia le cueste mucho trabajo realizar.
75. Sonría con
sinceridad y amplitud al cajero del supermercado.
76. Busque en su ropero
la ropa que no usa y que está en buen estado para que la done a un centro
caritativo.
77. Preparen unos
sándwiches y llévenlos a un comedor comunitario.
78. Al comprar su
mandado, compre algo extra para que lo lleven a un depósito de comida para los
pobres o al dispensario parroquial.
79. Done a alguna
escuela, hospital, biblioteca o tienda de segunda los libros que haya leído.
80. Léale un libro a un
niño, ya sea en su familia o en un centro escolar.
81. Plante un árbol que
beneficiará a las generaciones futuras.
82. Escriba una carta a
sus representantes gubernamentales pidiendo que apoyen una legislación que
ayude a las personas que carecen de seguro médico.
83. Como familia,
seleccionen una organización que ayude a los niños de la misma edad de sus
hijos. Inclúyanlos en la búsqueda y recaudación de fondos.
84. Compren sellos
postales y háganlos llegar a una persona que vive confinada en casa de manera
que pueda mantenerse en comunicación con los demás.
85. Dígale una cosa
agradable a un compañero (a) de trabajo, a un vecino o [a] alguien de su
familia. Comience por la persona con la cual pueda tener algún resentimiento.
86. Alimente a los
pájaros en su barrio.
87. Hable menos y
escuche más. Dé a otros toda su atención.
88. Sea en el trabajo o
en su lugar de descanso, busque incluir a quienes están o se sienten
desplazados.
89. Cada día de la
Cuaresma regale una cosa que no necesita.
90. Limpie un área común
en su lugar de trabajo, en el barrio o en su hogar. Hágalo como un regalo para
los demás.
91. Invite a una persona
viuda a compartir una cena con su familia.
92. Sea más cortés en su
actitud, palabras y acciones durante la Cuaresma.
93. Apoye los esfuerzos
parroquiales de dar la bienvenida a quienes llegan por vez primera o a quienes
desean unirse o re-unirse a esa parroquia. Mucha gente se siente desconectada y
se beneficiaría mucho de una inclusión o invitación.
94. Identifique los
esfuerzos que hace el Servicio de Ayudas Católicas (Catholic Relief Services),
organización que ofrece ayuda inmediata a las personas necesitadas. ¡Únase a su
esfuerzo!
95. Cuando vaya a
comprar su mandado, pregúntele a algún vecino o persona enferma si desea que le
traiga algo.
96. Antes o después de
un período en el que estará sumamente ocupada, separe un tiempo considerable
para estar con su familia y dedicarles toda su atención.
97. Limpie la basura que
hay en el parque, de tal manera que lo deje mejor de lo que lo encontró.
98. Escriba una carta a
un periódico o a un blog (lugar electrónico donde la gente dialoga acerca de
temas que afectan a la comunidad) para que exprese su punto de vista y
reflexione acerca de sus valores cristianos y de la importancia que tienen para
usted.
99. Reconozca sus
propias necesidades y atiéndalas. Algunas veces los padres de familia están muy
acostumbrados a controlar todo de tal manera que no reconocen sus propias
necesidades. Dé a otros la oportunidad de que le ayuden a usted mismo de vez en
cuando.
Finalmente, sea
consciente de que cualquier cosa que haga durante la Cuaresma es una respuesta
a la iniciativa divina que busca ayudarnos. Dios es el primero que desea
ayudarnos, y nuestras actividades cuaresmales tienen precisamente esa
finalidad, el ayudarnos a ser más conscientes de la presencia y acción divina
entre nosotros. Por lo tanto...
100. Sea consciente de
todo lo que Dios ha hecho por usted.
101. Reúna a su familia
y realicen su propia lista de prácticas. Es una excelente manera de ayudar a
cada uno de sus miembros a mantener la atención en la espiritualidad propia del
tiempo y a decidir lo que pueden
Fuente: Oleada Jóven