¿QUÉ ESCONDEN LAS JIRAFAS?

Lo que podemos aprender de estas nobles criaturas

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Siempre he creído que los seres humanos podemos aprender mucho de los animales, pero nunca pensé que la jirafa podría simbolizar y significar tantas cosas.

Con su largo cuello, sin duda, son uno de los animales más majestuosos del planeta y, aunque las vemos en muchas de las fiestas infantiles con motivos del Arca de Noé, no aparecen como tal en la Biblia (lo más cercano es el camelopardo, que en su traducción combina al camello con el leopardo y pareciera indicar a la jirafa, pero geográficamente no existen en la zona). 

Pero eso no las hace menos especiales; al contrario, son tan únicas y diferentes que ahí radica precisamente su simbolismo.

En una entrevista a Mater Mundi TV, el padre Enrique Figaredo S.J., quien ha dedicado su vida a los campos de refugiados camboyanos en Tailandia, decía que las jirafas son un símbolo muy especial en Camboya, que viene del movimiento de la comunicación no-violenta.

Justamente por su característica física del cuello largo, es uno de los mamíferos terrestres con el corazón más grande y fuerte (para que la sangre pueda llegar hasta la cabeza), representando así la compasión.

Pero, además, también por su cuello las jirafas tienen una visión que ningún otro animal tiene: alta y de larga distancia, que se traduce en sabiduría. “Si queremos ser buenos misioneros, buenos cristianos, buenas personas con los demás, tenemos que tener gran corazón y sabiduría… visión de larga distancia, no pensar sólo en corto, pensar también con la perspectiva del reino de Dios”, contaba Figaredo acerca del simbolismo de las jirafas.

Otra curiosidad es que, si se fijan, las jirafas casi siempre se ven conviviendo con otros animales completamente diferentes a ellas en total paz. Incluso, cuando por su altura logran ver un posible peligro a lo lejos, ellas elegantemente se mueven y los demás las siguen, lo que demuestra, como también aseguraba el sacerdote jesuita, que son un ejemplo de liderazgo sencillo y cercano. 

Tampoco emiten ningún sonido (por lo menos perceptible al oído humano), así que siempre su manera de comunicarse es sin agresividad que, si lo llevamos al plano humano, es la mejor forma de establecer puentes y lograr el entendimiento.

Mi conclusión es que, en realidad, las jirafas no esconden nada. Ellas están ahí, en la naturaleza, y está en nosotros entender el mensaje que quizá Dios nos está dando a través de ellas: tener un corazón grande (no en tamaño, sino en el sentido de llenarlo de compasión, perdón y amabilidad), apuntar siempre hacia arriba, tener un trato dócil, ser buenos líderes (aprovechar también nuestra cualidades para ayudar a los menos afortunados) y mantenernos siempre altos en la adversidad. 

Fuente: Aleteia