¿Cómo
lo oyes?
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
“¡Tin, tin, tin, tin...!” Un extraño sonido
durante el trabajo me hizo levantar la cabeza de mi tarea para curiosear qué
era aquello. Parecía una campanilla, pero era mucho más suave. Así que giré mi
cabeza, y vi a sor Mª Jesús... ¡Era ella, que estaba haciendo sonar una
baldosa!
Sí,
así como suena. Y es que me explicó que eso forma parte del proceso, ya que,
antes de pintarlas, las hacen sonar para comprobar que las baldosas no estén
rotas. Y, si no suena bien, significa que tiene una grieta o un defecto, que a
veces incluso puede ser invisible a los ojos...
Cómo
me gustó aquel ejemplo, me sirvió para toda la mañana. Y es que, aquel proceso
de las baldosas, también es válido para emprender cada mañana el día: antes de
nada, antes de ponerme a “pintar” esto o aquello en mi día, necesito comprobar
si sueno bien...
Pero...
¿y qué es “sonar bien”? Para mí, “sonar bien” es experimentar la alegría de un
nuevo día, la ilusión por emprenderlo, descubrir que es un regalo del Señor que
nos da junto con su Amor para que lo disfrutemos al máximo... Es esa alegría
profunda que uno experimenta cuando se sabe amado por el Señor y esa gracia que
Él da para vivir el día desde el Amor...
Y
es que es cierto que no todos los días “sonamos bien”, pero ese es el quid de
la cuestión, comenzar el día comprobando cómo suena nuestro corazón para no
emprender el trabajo en una baldosa rota. Sí, porque muchas veces, las
preocupaciones, las tareas pendientes, el ajetreo... nos fuerzan a enfocar todo
nuestro ser en otras cosas, y nos impiden disfrutar y, en definitiva, nos
desordenan la escala de valores de nuestra vida, rompiéndonos por dentro.
Pero
esto es humano, muy humano, y por ello necesitamos comprobar cada día nuestro
sonido, para que podamos detenernos y ponernos en manos del Maestro Ceramista,
y así, Él vuelva a hacer nueva nuestra baldosa. Él es quien coloca cada cosa en
su lugar en nuestro corazón, Él es de quien proviene la alegría profunda y el
amor para emprender el día, Él es quien de verdad puede cambiar tu vida y darte
lo que más estás necesitando.
Hoy
el reto del amor es comprobar cómo suena tu vida. La alegría, el amor, la
ilusión... todo ello habla de lo que hay en tu corazón. El Señor quiere
regalártelos para que seas feliz, quiere construir el día junto a ti... ¿Cómo
lo oyes?
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma