CONOZCAMOS A LAS ASOCIACIONES Y MOVIMIENTOS ECLESIALES DE APOSTOLADO SEGLAR

Acción Católica General

Su carisma  

  • Impulsar una nueva evangelización, fin global de la Iglesia.
  • Animar la vocación y la misión de los laicos en general.
  • Estimular y acompañar la inserción y el compromiso de los laicos en la sociedad civil en coherencia con la fe.
  • Ofrecer medios de formación que desarrollen las implicaciones socio-políticas de la fe siguiendo las orientaciones de las enseñanzas sociales del Magisterio.
  • Alentar el dinamismo misionero de nuestras parroquias (CLIM, n. 125) 
2. ¿Cómo surge? ¿Cuál es su historia? ¿Quién o quienes lo fundaron?

Acción Católica tiene una larga historia naciendo a finales del siglo XIX con las llamadas Bases Constitutivas de la Unión deseada.  En el siglo XX los laicos con sus pastores van madurando en su papel y se configuran en una serie de asociaciones alrededor de las ramas: Mujeres, Hombres, Juventud femenina, Juventud masculina, Aspirantes masculinos (Niños) y aspirantes femeninos (Niñas).

Al comienzo de los sesenta convivían con unos movimientos especializados (por ambientes), en pleno auge y vitalidad apostólica, con los centros generales de base parroquial, que, desde los planteamientos de los propios dirigentes de la ACE, era preciso transformar en la línea de la especialización. Coexistiendo una AC general divida por edades y otra especializada. 

 La «rama» de Mujeres de AC, que al comienzo del decenio de los setenta aún contaba con una sólida implantación en casi todas las Diócesis y seguía siendo de base parroquial, pronto entendió que debía evolucionar hacia unos planteamientos misioneros y una pedagogía evangelizadora acorde con los de los Movimientos especializados de AC. Se fue preparando el terreno para configurar el Movimiento General de Adultos de AC.

También los Jóvenes de AC con las siglas JAC durante este tiempo forja su identidad como «Movimiento de presencia evangelizadora en la Iglesia y en la Sociedad», de neta fidelidad a Jesús y solidaridad «con todas las inquietudes y luchas juveniles», y con el estilo y pedagogía apostólica de los demás Movimientos de AC.

El Movimiento Junior de AC (Infancia) se definía como «Movimiento de AC de niños especializado en los ambientes obrero, rural y marginal. En su asamblea de 1996 aceptó ampliar su campo apostólico al ámbito de la parroquia en general asumiendo ser la Acción Católica de Infancia en la Iglesia española, sin variar por ello sus planteamientos evangelizadores.

Desde el curso 1997-98 los miembros de los tres movimientos en sus distintas asambleas impulsan la transformación de la Acción Católica General que tras un proceso de reflexión y maduración se configura en 2009 en la ASOCIACIÓN pública de fieles ACCIÓN CATÓLICA GENERAL.

3. ¿Qué aporta Acción Católica General a la acción misionera de la Iglesia?

La misión según nuestro Proyecto es la segunda de nuestras dimensiones constitutivas. Acción Católica General no tenemos misión propia, sino que hacemos nuestra la misión apostólica de la Iglesia diocesana en cada comunidad parroquial.

La Acción Católica General quiere ser un instrumento para una Iglesia en salida, que ayude a las parroquias a pasar “del mantenimiento a la misión”.

Los laicos cristianos estamos llamados a evangelizar la secularidad; es esta una llamada propia y peculiar a quienes viven la vida inmersos en el mundo.

Los miembros de Acción Católica General estamos llamados a descubrir y escuchar la voluntad de Dios, y a dar testimonio de nuestra fe en todas las circunstancias de la vida “como fermento que transforma la masa”.

Cómo lo hacemos: desde la parroquia, en equipos de vida en los tres sectores de niños, jóvenes y adultos, al servicio de la misión de la parroquia y desde los ámbitos de la parroquia, impulsando un laicado maduro y consciente, evangelizador, misionero y comprometido, contribuyendo a la unidad de la comunidad parroquial en la misión y la corresponsabilidad de todos sus miembros. Creemos que es un proyecto de todos y para todos (porque todos somos protagonistas de la formación y de la acción misionera), para todo (porque desde la parroquia queremos responder a todas las realidades sociales: familia, cultura, trabajo, ambientes en general) y para siempre (porque es un proceso ininterrumpido desde la infancia hasta la edad adulta). Una escuela de discípulos misioneros.

Para ello:

  • Tratamos de ofrecer personas con la formación adecuada que acompañen en el descubrimiento y profundización de la fe desde su vivencia propia como miembros de Acción Católica General, en clave de discernimiento y en clave vocacional.
  • Ponemos a disposición de la parroquia los diversos medios de formación con que contamos para desarrollar la vocación y misión propia de los laicos. Ofrecemos un itinerario en línea catecumenal que es una auténtica escuela de discípulos misioneros.
  • Sugerimos que la Doctrina Social de la Iglesia esté presente en la formación general de la parroquia, de modo que los laicos descubran las implicaciones sociales de la fe.
Propiciamos el acompañamiento personal y comunitario, de las personas comprometidas de diversos modos en el campo social y político, promoviendo espacios donde compartir las inquietudes, logros y dificultades que conlleva la misión en la calle, utilizando la metodología propia de la Acción Católica. Impulsando diversas realidades asociativas que contribuyan a desarrollar una experiencia evangelizadora.

Fuente: Pueblo de Dios en Salida