Como
responsable de la Subcomisión de Acompañamiento del Congreso de Laicos espera
que de este evento salgan propuestas e itinerarios concretos en diócesis y
movimientos
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Dolores García Pi, presidenta del Foro de Laicos Foto: Foro de Laicos |
El
acompañamiento es tendencia en la Iglesia hoy...
Es
algo que se viene haciendo en la Iglesia desde hace mucho tiempo. Hay
sacerdotes y comunidades religiosas que han sido referentes. Quizá es nuevo el
acento que ponemos en lo que se refiere a los laicos.
Creo, además, que hay una
demanda social, una necesidad de acompañarnos por la gran soledad que existe en
nuestros días».
¿Qué
tipos de acompañamiento hay actualmente en España?
Antes
de nada, hay que decir que en todas las formas de acompañar subyace la raíz
espiritual. A partir de ahí, en España encontramos propuestas que abarcan los
momentos de iniciación como las catequesis que implican a toda la familia; la
vida familiar en sus distintas etapas, también en los momentos de sufrimiento;
el acompañamiento para el discernimiento vocacional; la pastoral penitenciaria;
las personas con diversidad funcional, con quienes trabajan grupos como Ceco,
Fe y Luz o Frater, y los no creyentes. El objetivo es llevar al seguimiento de
Cristo, pero hay que tener en cuenta que algunas personas, a lo mejor, no
llegan nunca y con ellas también hay que entrar en diálogo.
En
estos meses de preparación del congreso seguro que le han llegado iniciativas
muy bonitas. ¿Nos puede contar alguna?
Me
llamó mucho la atención la labor que la Legión de María realiza en el centro de
Madrid en zonas de prostitución. Su acompañamiento sana las heridas de las
personas.
En
este campo se suele hablar de situaciones concretas o de grupos y comunidades.
Pero... ¿y los laicos de a pie, los laicos no asociados, que solo acuden a la
Misa dominical?
Acompañar
a estos laicos constituye uno de los grandes desafíos que nos hemos marcado. En
última instancia, lo que se pretende es crecer en el sentido de comunidad, ser
comunidad, lo cual no significa acudir a todos los actos que organice la
parroquia. Implicar a estos laicos es uno de los grandes retos que tenemos como
Iglesia.
¿Y
después del congreso?
Nuestra
propuesta es que estos itinerarios de acompañamiento sigan adelante y
encuentren acomodo en las diócesis y en los movimientos de manera concreta. El
congreso va a poner de manifiesto una gran riqueza y esperamos que todos puedan
sacar partido de ella.
F.
O.
Fuente:
Alfa y Omega