HOY EL RETO DEL AMOR ES PONERTE DOS ALARMAS A LO LARGO DEL DÍA PARA PARAR CON EL SEÑOR

Jesús en el centro

Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

Ayer tuve uno de esos días de no parar: que si felicitaciones de Navidad, que si nuevos oficios, que si hacer pulseras que tienen que salir, que si limpieza...

Cuando llegué a la cama estaba agotada, y me salió del alma decirle al Señor: “Mañana, lo primero Tú”. Y al instante resonó muy fuerte dentro de mí aquella frase que tantas veces he escuchado decir en el locutorio: “Yo no quiero ser el primero en tu vida, quiero ser el centro”.

Se me abrieron los ojos de golpe y me entró la risa: “Tienes razón, Señor, por eso me ha ido el día así, a matacaballo”. Y, con aquel diálogo, me dormí en Paz.

Al día siguiente, aquella frase todavía sigue con fuerza dentro de mí, todo ha cambiado. Hoy el día me lo he podido tomar con toda calma. “¿Que hay mucho que hacer? Bueno, ¿y qué? Saldrá lo que el Señor quiera”.

Y es que solo cuando paramos con Él volvemos a descansar de esas inquietudes que nos dejan la prisa y el estrés.

Jesús no quiere ser el primero en nuestra vida, porque, si es el primero, quiere decir que después hay un segundo y un tercero. Vamos como si fuéramos un médico, que pasa consulta a un paciente y luego a otro y así...

Jesús quiere ser el centro, quiere tener su hueco en todo lo nuestro, en cada encuentro con otra persona, en cada tarea. En cada cosa, por mínima que nos parezca, está Él, y nuestra alegría y nuestra Paz está en descubrirLe ahí.

Pero, como somos humanos, y muchas veces se nos cuela la prisa, todos necesitamos parar y volver a dejarle su lugar, volver a dejar que sea Dios y Señor de nuestra vida. Con Él en el centro todo cambia, brota de nosotros un trato diferente y, sobre todo, encontramos sentido a cualquier cosa que hagamos. Cristo es el sentido de la vida y, si está Él, estamos descansados.

Hoy el reto del amor es ponerte dos alarmas a lo largo del día para parar con el Señor. ¿Quieres disfrutar del día? Para con Cristo, deja que ocupe su lugar en tu vida, y comenzarás a describir que un mundo de aventuras se te avecina.

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma