Una imagen de la Virgen de Fátima visitó
una cárcel de alta seguridad en Argentina y los presos se arrancaron a rezar el
rosario
El manto blanco de la Virgen de Fátima se desplaza con calma y prudencia,
a hombros de un par de hombres, atravesando un frío y
lúgubre pasillo de una cárcel en Argentina.
Es el pabellón
número diez. La violencia y varias disputas han asolado la prisión los últimos
días, y en este lugar de alta seguridad, prácticamente no hay luz, y solo una
pequeña ventana separa a las personas que han sido castigadas esa semana, de lo
que está pasando en el pasillo.
La imagen
peregrina de la Virgen de Fátima visita desde el 21 de octubre la diócesis de
San Isidro en Buenos Aires. Pero nadie imaginaba que dejaría este momento en la Unidad penal número 48 del Servicio
Penitenciario Bonaerense. Es día de Todos los Santos, y
los presos más aislados reciben la visita de su Madre.
Los presos quieren tocar a
la Virgen
Mientras los avemarías del
Rosario reciben el eco desde dentro de las oscuras celdas, un preso alarga su
brazo a través de una diminuta ventana en su puerta, para poder tocar la imagen
de Fátima.
Con total naturalidad, los
que llevan a la Virgen a hombros, caminan un par de pasos -pues las celdas no
son precisamente grandes- hasta la siguiente puerta. Donde otro hombre extiende
su brazo para poder tomar contacto con el manto blanco de la Virgen María
portuguesa.
La impactante escena ha
recorrido el mundo. Alguno de los presos incluso utilizaba un material a modo
de espejo a través de la rendija, para poder ver lo que pasaba en el pasillo.
La información ha sido difundida por el medio de comunicación argentino AICA y
el vídeo ya cuenta con miles de visualizaciones.
María es nuestra Madre, y
como buena Madre, acude hasta los lugares más oscuros para encontrarse con
nosotros.
Javier González
Fuente: COPE