29 Domingo Tiempo Ordinario (Ciclo C)
Buenos
días, hermanos, bienvenidos a la celebración del Día del Señor.
La
Eucaristía es el centro de la vida cristiana. En ella los discípulos de Jesús
nos arraigamos en su amor y de ella salimos enviados como testigos suyos en
medio de nuestra vida cotidiana.
Hoy
celebramos la Jornada mundial de la Misiones. El Domund de este año es muy
especial; está enmarcado en el Mes Misionero Extraordinario al que nos ha
convocado el papa Francisco bajo el lema: Bautizados y enviados: la Iglesia de
Crsito en misión en el mundo.
Dispongámonos
a celebrar con fe esta Eucaristía, para que la participación en el Cuerpo de
Cristo haga crecer en nosotros el espíritu misionero que nos otorgó el Bautismo.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
Quien
tiene fe, ora; y quien ora, aumenta la fe. No obstante, muchas veces olvidamos
la oración, bien porque estamos muy ocupados en nuestras tareas ordinarias,
bien porque nos sentimos poco escuchados en nuestra plegarias.
Las
lecturas de hoy nos animan a poner nuestra confianza en Dios, nuestro Padre,
seguros de que, más allá de nuestras expectativas o necesidades, el Señor
siempre nos acompaña y cumple en nosotros sus promesas.
Escuchemos
con atención las lecturas que hoy la liturgia nos propone.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A
cada suplica respondemos: ¡Padre bueno, atiende nuestra oración!
-
Por el santo Pueblo de Dios, enviado al mundo para ser presencia viva del Señor
resucitado, para que experimento el deseo de llevar el Evangelio a toda
periferias del mundo. OREMOS.
- Por
los gobernantes de las naciones para que promuevan entre su pueblos unas
relaciones comerciales justas. OREMOS.
- Por
la Iglesia perseguida, tan interpeladora por el testimonio de la fe y la sangre
de sus mártires, para que sea un revulsivo en la renovación de nuestras
comunidades cristianas. OREMOS.
-
Por los misioneros: sacerdotes, consagrados y laicos, modelo y estímulo de una
Iglesia misionera en salida, para que cuenten siempre con el respaldo de
nuestra oración y solidaridad económica. OREMOS
-
Por todos nosotros que participamos de esta Eucaristía, para que renovemos nuestra
conciencia misionera y seamos testigos de Jesucristo entre los que vivimos. OREMOS.
ORACIÓN FINAL
Te
damos gracias, Señor,
porque
sabemos que nos escuchas;
porque
antes de que llegue la palabra a nuestros labios,
tú
ya te la conoces toda;
porque
penetras nuestro corazón
y
conoces nuestros deseos más íntimos,
esos
que no nos atrevemos a pronunciar.
Te
damos gracias, Señor,
porque
eres un Padre providente y cuidas de nosotros;
porque
incluso cuando pensamos que nos olvidas,
en
realidad, nos llevas de la mano
y
nos das a tu Hijo, Jesús, como nuestra mejor compañía
y la
gracia de tu Espíritu como luz y fortaleza.
Te
pedimos, Padre bueno,
que
aumentes en nosotros la fe,
para
que en todo instante contemos contigo;
que
aumentes nuestra esperanza,
para
que ella, en cualquier circunstancia,
nos
lleve hacia Ti;
y
que aumentes en nosotros el amor,
para
que nuestro testimonio de gloria de Ti
entre
los que convivimos.
Amén.
