La semana de oración
por Nicaragua tendrá lugar en un clima cada vez más hostil hacia los creyentes
debido al hostigamiento sistemático del Gobierno de Daniel Ortega contra
iglesias, obispos y fieles críticos con el presidente
La Conferencia
Episcopal de Nicaragua (CEN) ha convocado una semana de oración por el país con
el lema La Justicia y la paz se besan que comenzará el 8 de
septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen María, y culminará el día 15,
coincidiendo con las fiestas nacionales y el día de la Virgen de los Dolores.
Monseñor Jorge Solórzano
Pérez, obispo de Granada, ha anunciado que esta semana de oración dará inicio
con una Misa solemne en cada catedral y parroquia del país, seguida de una
procesión con la imagen de la Inmaculada. «Cada diócesis podrá organizar la
semana de acuerdo con sus propias realidades, sin embargo, los obispos
proponemos una agenda», ha señalado. La propuesta es que cada día de la semana
se realice alguna actividad, encuentro y oración con los distintos grupos
parroquiales y diocesanos.
El objetivo es orar por las
dificultades que está atravesando Nicaragua, como la lucha por la justicia, la
libertad, la vida democrática del país y por los perseguidos e injustamente
encarcelados.
La clausura de la semana,
el 15 de septiembre, coincide con la fiesta de la independencia de Nicaragua.
Para ese día se invita a realizar también una Misa solemne en cada iglesia y a
continuación una procesión con la Virgen de los Dolores. Monseñor Rolando José
Álvarez, obispo de Matagalpa, ha exhortado «a hacer nuestro el sufrimiento de
los pobres, los hambrientos, los que son la basura de la sociedad por la
arrogancia de los más fuertes. Y estos que sufren, son una gran parte de
nuestra población».
Hostilidad contra la
Iglesia
La semana de oración por Nicaragua tendrá lugar en un clima cada vez más hostil hacia los creyentes debido al hostigamiento sistemático del Gobierno de Daniel Ortega contra iglesias, obispos y fieles críticos con el presidente. En una entrevista reciente a la Agencia Fides, el obispo Juan Abelardo Mata, obispo de Estelí y secretario general del episcopado nicaragüense, admitió que la Iglesia católica se siente perseguida por las fuerzas militares del Gobierno, como se vio en la ciudad de Masaya.
Monseñor Mata, ha declarado
respecto al diálogo con el Gobierno: «Nuestra posición es que mientras no haya
una búsqueda sincera de la verdad y mientras haya un señor que se llama
presidente de esta república, con esa mentalidad y su grupo de trabajo, cada
diálogo es y será un desastre. No hay reconstrucción de la paz o construcción
de la nación, el diálogo no significa que hagas lo que tú quieres o que yo
tenga que someterme a tu voluntad o tú a la mía. No, es buscar puntos de
acuerdo comunes para promover el bien común. De lo contrario, no creemos en
eso».
Según organismos
internacionales, la crisis nacional ha dejado en Nicaragua unos 300 muertos en
protestas y manifestaciones contra el gobierno. Se denuncia la encarcelación de
más de 600 opositores políticos desde abril de 2018 y solo en la vecina Costa
Rica se han registrado unos 70.000 nicaragüenses que han abandonado en los
últimos meses el país.
Josué Villalón (ACN España)
Fuente: Alfa y Omega