Descubre quienes eran estos santos provenientes del norte de
África y su legado que dura hasta nuestros días
África ha aportado tres papas santos a la Iglesia católica:
Víctor I (189-201), Melquiades (311-314) y Gelasio I (492-496), todos ellos
procedentes del norte del continente.
En el segundo siglo encontramos
al primer elegido pontífice nacido en África, san Víctor I. Según
la página oficial del Vaticano, el 14º Sucesor de Pedro de la
historia ejerció el pontificado unos diez o doce años, entre el 186 ó 189
al 197 ó 201, lamentablemente no hay uniformidad en los documentos.
La Iglesia Católica lo recuerda
en el santoral romano el 28 de julio. Papa Víctor estableció para todas las
Iglesias la celebración de la fiesta de Pascua en el domingo siguiente a
la Pascua judía.
El santo fue el primer obispo de
Roma (función a la que más adelante se llamará “Sumo pontífice” y “Papa”) y se
comportó como tal, con gestos de autoridad para con todas las iglesias del orbe
cristiano a los que nosotros estamos acostumbrados, pero que eran una novedad
para su época.
Por ejemplo, asumió que debía resolver todas las cuestiones que corresponden al
Sucesor de Pedro, desde una beatificación hasta saber si se puede considerar a santa
Cecilia patrona de la música.
La novedad que introdujo el papa
Víctor fue imponer una misma fecha para la Pascua, la fecha que se acostumbraba
en Roma, aduciendo que se trataba de una cuestión que atañía a la “Regla de la
fe”.
Los obispos de Asia no estaban
acostumbrados a ese ejercicio de autoridad episcopal, ni estaban dispuestos a
aceptar esa orden. Finalmente, Víctor levantó la excomunión a los obispos
rebeldes, aunque falta documentación para saber cómo se resolvió del todo la situación.
Un siglo más tarde, todas las
Iglesias de la cristiandad aceptaron el uso romano, sancionado en el Concilio
de Nicea, en el 325.
Durante algunos siglos se lo
consideró mártir, pero no hay noticias fehacientes que lo confirmen, ni en sus
años se vivió ninguna persecución conocida, por lo que en el nuevo Martirologio
se le ha quitado ese título. Fue un papa que combatió las herejías de su
tiempo.
San Melquiades (311-314)
Melquíades fue el 32º papa
de la Iglesia Católica y era oriundo de África. Probablemente procedía de
África del Norte, a pesar de su nombre griego. Conoció la paz concedida por el emperador
Constantino a la Iglesia, pero sufrió los ataques de los
donatistas y se distinguió por sus esfuerzos encaminados a obtener la
concordia.
El Papa padeció mucho en la
persecución de Diocleciano y Maximiano, con peligro de perder la vida, según el
historiador del siglo XVIII José Antonio Álvarez Baena. Se desconoce su año de
nacimiento, pero fue elegido en el 310 o 311, y murió el 2 de enero del 314.
Durante el pontificado de
Melquíades, ocurrió el triunfo del emperador Constantino I el Grande sobre
Majencio en la batalla del Puente Milvio sobre
el río Tíber (27 de octubre del 312), batalla en la cual Majencio murió ahogado
cuando huía del avance de Constantino.
El papa fue testigo del triunfo
de la Cruz y la entrada en Roma del emperador Constantino, convertido al
cristianismo.
Más tarde el emperador regaló a
la Iglesia romana el palacio de Letrán, que vino
a ser residencia de los papas, y por consecuencia, el lugar de las sedes de la
administración de la Iglesia romana. La basílica que estaba adjunta al palacio,
o que fue construida después, vino a ser la iglesia principal de Roma.
San Gelasio I (492-496)
San Gelasio I es considerado el
tercer papa de origen africano, su nacimiento en el norte del continente (en
la Cabilia) es motivo de desacuerdo entre los historiadores, ya que muchos lo
sitúan en Roma. Inició su pontificado en el 492 y finalizó en el 496. Movido
por su caridad sin medida y las necesidades de
los indigentes, murió en la más extrema pobreza.
Según la enciclopedia católica,
el 49 º Sucesor de Pedro abrió la etapa de la Iglesia y del mundo que llamamos
Edad Media (período que duró casi 1000 años), semillero de ideas que
fructificarían, en la apertura posterior de monasterios, universidades, en la
sucesiva Europa unificada y en los inicios de la educación.
Gelasio conquistó
un carácter institucional para la Iglesia frente al Imperio, la
formulación del “principio de los dos poderes” que dominará la vida medieval (y
que para muchos, es la única fórmula posible de relación Iglesia-Estado) y
presente en la carta al emperador Anastasio (491-518).
La Iglesia le proclamó santo
porque tuvo una vida de profunda piedad y caridad; es ésa la fuente que
alimenta la fuerza de su pontificado que fue breve, pero intenso. También fue
un buen administrador, prolífico escritor, consolidó – como mencionamos antes –
la autoridad de la sede romana y luchó contra la herejía. Además, introdujo el
rezo del “Señor ten piedad” en la misa (Kyrie eleison).
Fuentes: Catholic Encyclopedia,
Santoral Romano y la página web de la Santa Sede
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia