COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

22 Domingo Tiempo Ordinario (Ciclo C)

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días, sed bienvenidos a la celebración del Día del Señor.

El descanso estival va terminando y poco a poco nos vamos incorporando a las tareas ordinarias. Ciertamente, el tiempo pasa muy deprisa, pero el Señor siempre permanece con nosotros, Él le da estabilidad y sentido a nuestro vivir cotidiano.

La Eucaristía dominical es prueba de ello. Ella da sostén a nuestra existencia, hace que nos alcance el amor de Dios y nos lanza hacia la eternidad. 

Dispongámonos a celebrar con alegría la Celebración que da sentido y fundamento a nuestras vidas.


MONICIÓN A LAS LECTURAS

De un modo u otro, a todos nos gusta destacar sobre los demás. En nuestro corazón anida un orgullo mal sano que lleva a ofendernos cuando los otros no nos consideran como nos gustaría. Incluso, muchas veces nos metemos en conflictos porque nos puede nuestra soberbia…

Todos estos sentimientos, aunque nos cueste reconocerlo, nos pueden y no sabemos cómo atajarlos. Hoy, en las lecturas que se nos van a proclamar, el Señor nos ofrece un camino seguro: la humildad.

Estemos atentos a la Palabra divina y dejemos que ella vaya seduciendo nuestro corazón para que seamos capaces de andar por los caminos del Señor.


ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada suplica respondemos: ¡Te lo pedimos, Señor!

- Por el Papa, los Obispos y demás ministros de la Iglesia, para que su ministerio pastoral lo ejerzan con la humildad propia del Buen Pastor. OREMOS.

- Por los responsables de la economía, para que promuevan unas transacciones económicas justas que permitan a los países pobres desarrollarse. OREMOS.

- Por la Amazonía y las selvas africanas que en estos días está siendo pasto de las llamas, para que los acuerdos internacionales promuevan los medios necesarios para preservar estos pulmones de la tierra. OREMOS.

- Por los que siente sobre ellos el peso del desprecio y la humillación, para que nunca pierdan el sentido de su dignidad humana. OREMOS

- Por nosotros, para que cualquier acto de humillación que suframos lo vivamos como una ocasión de identificarnos con Cristo pobre y humilde. OREMOS.


ORACIÓN FINAL

Gracias, Jesús, Señor nuestro,
porque por tu entrega en la Cruz
nos has abierto el camino hacia la casa del Padre.

Tú, te has hecho semejante a nosotros,
te has solidarizado con nuestra debilidad
y has cargado con nuestro pecado y nuestra muerte,
para manifestarnos que por el camino de la humildad
es como se entra en el Reino de Dios.
Tú, Señor, eres en verdad,
el Siervo del Padre y nuestro Salvador.

Señor, Jesús, ayúdanos a comprender
que no es por la soberbia y el orgullo
que podremos cumplir nuestra vocación;
que no es buscando poder y prestigio
que lograremos llegar hasta el Padre;
sino que es siguiendo tus huellas
como seremos verdaderamente felices.

Espíritu Santo, que te resistes a los soberbios
e inundas con tus dones a los humildes,
te pedimos que nos vayas conformando con Jesús,
que al igual que Él, aceptemos las humillaciones,
y, siguiendo su ejemplo,
nos hagamos amigos de los humildes y los pobres.

Amén.