Un
hecho no muy conocido de la vida de la Madre Angélica, fundadora de EWTN, la
cadena de televisión católica más grande del mundo, fue su gran devoción por el
Divino Niño Jesús
La
Madre Angélica conoció la iglesia del Divino Niño Jesús, en el barrio 20 de
Julio de Bogotá, durante un viaje realizado a América del Sur en junio de 1996.
En ese mismo viaje visitó también Perú, Ecuador y Bolivia.
La
devoción del Divino Niño comenzó durante la primera mitad del siglo XX,
promovida por el sacerdote salesiano italiano Juan del Rizzo, a cargo de la
evangelización del humilde barrio 20 de Julio de la capital colombiana.
El
cariño por el Divino Niño ha rebasado las fronteras colombianas y ha llegado a
diversos países del mundo.
El
periodista Raymond Arroyo, en su biografía de la Madre Angélica -“Mother
Angelica: The Remarkable Story of a Nun, Her Nerve, and a Network of Miracles”-
señala que en su viaje de 1996, la fundadora de EWTN fue llevada por su
anfitrión en Colombia, el P. Juan Pablo Rodríguez, a la iglesia del Divino Niño
Jesús.
Mientras
rezaba al pie de la imagen, en medio de la multitud de fieles congregados en la
pequeña capilla del Divino Niño, escribe Arroyo, “lágrimas repentinamente mojan
sus mejillas” y a la Madre Angélica le pareció que la imagen se movía.
“‘De
repente, Él se voltea hacia mí’, recordó Angélica, ‘y Él dice ‘Constrúyeme un
templo y ayudaré a aquellos que te ayuden’”, indica Arroyo.
La
Madre Angélica no sabía exactamente cómo interpretar ese mensaje, y no entendía
a qué tipo de “templo” se refería. “Todo el mensaje era cuestionable para mí”,
le dijo la fundadora de EWTN a Arroyo, y aseguró que no le mencionó a nadie
“esa parte del mandato durante un par de años”.
“Meses
después -continúa el biógrafo de la Madre Angélica-, a su salida de San Pedro,
en Roma, Angélica leyó una inscripción en piedra que comenzaba con las
palabras: ‘Este templo’”. Entonces todo quedó claro: “El Niño Cristo quería un
santuario elaborado, se dio cuenta la Madre. Existía tal cosa como un templo
católico, y su Señor deseaba uno nuevo”.
Raymond
Arroyo precisa en su libro que la inspiración de lo que luego sería el
Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, en Hanceville, estado de Alabama,
Estados Unidos, no surgió directamente por el Divino Niño, pues las excavaciones
en el terreno habían comenzado alrededor de seis meses antes de la visita de la
Madre Angélica a Colombia.
“Lo
que el encuentro con el niño Jesús hizo fue cristalizar la visión de la Madre
para el monasterio de Hanceville, alterando radicalmente los planes originales.
Ante lo que ella consideró un mandamiento divino, la ‘sencilla capilla de
granja’ no sería tal”, asegura Arroyo.
Además
de una reproducción de la imagen del Divino Niño al interior del Santuario del
Santísimo Sacramento del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, una versión
especial de la imagen ideada por la Madre Angélica se encuentra en el centro de
la plaza exterior.
Por David Ramos
Fuente:
ACI Prensa
