El
próximo sábado 8 de junio 400 niños procedentes de Génova y Cerdeña visitarán
al Papa Francisco para transmitirle un mensaje esperanzador. El encuentro será
en el patio de San Damaso, dentro de la Ciudad del Vaticano
Un
tren con 400 niños a bordo procedentes de Génova, Cerdeña y Nápoles llegará
hasta la estación de trenes del Vaticano. Los niños, víctimas de tragedias
ambientales en los últimos años en el país – el colapso del Puente Morandi el
14 de agosto de 2018 en Génova y las inundaciones en la isla de Cerdeña en 2013
– se reunirán con el Papa Francisco el próximo sábado 8 de junio para lanzar un
mensaje de esperanza e invitar a la reconstrucción de nuevos puentes entre
territorios y pueblos.
El recorrido: Génova -
Civitavecchia – Termini – Vaticano
El
tren partirá desde Génova, hará una parada en Civitavecchia para recoger a los
niños que llegan desde Cerdeña en el barco Moby Tommy y antes de llegar al
Vaticano, se detendrá en la estación de Termini en Roma para dar la bienvenida
a un pequeño grupo de Nápoles, de la Escuela de Vela Mascalzone Latino, querida
y fundada por el armador Vincenzo Onorato para ofrecer ayuda concreta a los
niños de los barrios más degradados y complejos de la ciudad.
Encuentro con el Papa:
intercambio de las tragedias vividas
Los
400 niños se reunirán con el Papa Francisco en el patio de San Damaso del
Palacio Apostólico, dentro de la Ciudad del Vaticano. El objetivo del encuentro
es trasmitir al Santo Padre el impacto y las consecuencias de las tragedias
vividas, pero sobre todo lanzar un mensaje de esperanza y solidaridad.
El “tren de los niños”
cumple su séptima edición
El
"Tren de los Niños" es una iniciativa promovida por el "Cortile
dei Gentili", en colaboración con Ferrovías del Estado Italiano, que cada
año lleva a niños de toda Italia, víctimas de situaciones difíciles y
fragilidad social hasta el Vaticano para encontrarse con el Papa Francisco. Se
trata de la séptima edición, que este 2019 tiene como tema: "Un puente
dorado en un mar de luz"; un tema que representa precisamente la necesidad
de derribar los muros, para construir puentes de amor, puentes resistentes a
todas las inundaciones y derrumbes que hieren la vida diaria de los niños.
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Vatican News