El
Papa en Bulgaria celebra la Santa Misa con Primeras Comuniones en Rakovski para
245 niños de todo el país
Les
recuerda la “carta de identidad" de los cristianos y los exhorta a estar
cada día más unidos a Jesús y crecer en la amistad con Él
“La Primera Comunión es ante todo una fiesta
en la que celebramos que Jesús quiso quedarse siempre a nuestro lado y que
nunca se separará de nosotros”: lo dijo el Papa Francisco en la Santa Misa con
comuniones que presidió en la mañana de este 6 de mayo en Rakovski, en su
segundo día de visita a Bulgaria, en el marco de su 29° Viaje Apostólico
internacional.
Comenzando
su homilía, el Papa dirigió a los 245 niños llegados a Rakovski de todas
partes de la “Tierra de las Rosas”, el hermoso saludo que se usa en su
país durante el tiempo pascual: «Cristo ha resucitado». Una frase que expresa –
explicó el Santo Padre – “nuestra alegría como cristianos, discípulos de
Jesús”. “Estamos contentos porque Él está vivo y presente entre nosotros, hoy y
siempre”. "Éstá aquí con nosotros, por eso hoy lo podemos encontrar
en la Eucaristía". "No lo vemos con estos ojos, pero lo vemos con los
ojos de la fe”.
Los milagros acaecen con
el corazón de niños
Francisco
recordó a los pequeños vestidos de blanco, que el “milagro” de la
multiplicación de los panes y los peces comenzó “de la mano de un niño que
llevó lo que tenía”. Y también hoy, les dijo, se produce otro milagro de la
mano de niños: “el milagro de hacernos recordar a todos los mayores aquí
presentes el primer encuentro que tuvimos con Jesús en la Eucaristía y poder
dar gracias por ese día”.
El
Pontífice explicó a continuación que hay milagros pueden ocurrir sólo ocurrir
si tenemos un corazón de niño: “como el vuestro, - les dijo - capaz de
compartir, soñar, agradecer, confiar y honrar a los demás”. “El Señor los
necesita para poder realizar el milagro de que su alegría llegue a muchos de
vuestros familiares y amigos”. “Hacer la Primera Comunión – prosiguió
Francisco - significa querer estar cada día más unidos a Jesús, crecer en
amistad con Él y que otros también puedan disfrutar de la alegría que nos
quiere regalar”.
El documento de identidad
del cristiano
Expresando
su alegría de compartir con ellos “este gran momento” y de “ayudarlos a encontrar
a Jesús”, el Santo Padre les explicó cuál es el "documento de
identidad" de un cristiano:
“Dios
es nuestro Padre, Jesús es nuestro Hermano, la Iglesia es nuestra familia,
nosotros somos hermanos, nuestra ley es el amor”
Vivir con un corazón lleno
de alegría
Concluyendo
su homilía, el Papa los animó “a rezar siempre con el entusiasmo y la alegría”
que tienen hoy. "Recuerden, les dijo, que este es el sacramento de la
Primera Comunión y no de la última, acuérdense que Jesús los espera siempre”.
“Les deseo que hoy sea el inicio de muchas comuniones, para que su corazón esté
siempre como hoy, en clima de fiesta, lleno de alegría y, sobre todo, de
gratitud”.
Al
finalizar la Homilía el Papa comenzó un diálogo con los niños sirviéndose de la
presencia de traductores de lengua búlgara. Nuestro "apellido"
es "cristianos", les dijo el Papa a los pequeños, reiterando el
concepto de la Iglesia como "familia", de ser "amigos" y
"hermanos".
Antes
de dar la primera comunión a los 245 niños búlgaros presentes en la Iglesia del
Sagrado Corazón de Rakovski, el Pontífice les dirigió espontáneamente estas
palabras:
"Queridos
niños y niñas,
ahora
recibirán a Jesús. No se distraigan, no piensen en otras cosas, sólo piensen en
Jesús. Vengan al altar para recibir a Jesús en silencio; guarden silencio en su
corazón y piensen que esta es la primera vez que Jesús ha venido a ustedes.
Después, vendrá muchas otras veces. Piensen en sus padres, en sus catequistas,
en sus abuelos, en sus amigos y si han peleado con alguien, perdónenlo de
corazón antes de venir. En silencio, nos acercamos a Jesús".
Profunda gratitud del Papa
Después
del saludo de Mons. Gheorghi Ivanov Jovcev, obispo de Sofía y de Plovdiv,
Francisco agradeció a todos, desde los obispos hasta las familias, a quienes
trabajaron en la preparación y organización, y también quienes no pudieron
participar, especialmente "los enfermos y los ancianos". La
"profunda gratitud" del Papa se dirigió también a las autoridades del
país y a todos aquellos que colaboraron en “la feliz realización” de su visita
a Bulgaria.
María
Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano
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