Francisco fue recibido por el director del Centro y por el director de Cáritas, que lo acompañó hasta el comedor, donde había unas 50 personas, entre ellas niños y sus padres
El
Papa Francisco en el segundo día del viaje apostólico a Bulgaria, visita el
campo de Refugiados Vrazhdebna. Uno de los voluntarios de Cáritas dirigiéndose
al Papa, expresó: “Nos esforzamos por difundir el amor misericordioso de Dios a
nuestros hermanos y hermanas"
La
primera actividad del Papa este lunes 6 de mayo en Bulgaria fue una visita al
campo de refugiados "Vrazhdebna", situado a 8,2 km de Sofía, que
acoge a refugiados de Siria e Irak.
El
campo fue abierto en 2013 en el viejo edificio de una exescuela de la periferia
de Sofía. Es uno de los tres centros para refugiados en la capital búlgara. Los
otros campos son Ovcha Kupel y Voenna Rampa. Los campos sobreviven gracias a la
ayuda de la Cruz Roja Internacional, ONGs y de la Cruz Roja Suiza. Importante
también, es la ayuda de la Agencia Estatal para los Refugiados, Catholic Relief
Services y UNICEF.
Francisco
fue recibido por el director del Centro y por el director de Cáritas, que lo
acompañó hasta el comedor, donde había unas 50 personas, entre ellas niños y
sus padres.
Palabras del Papa Francisco
El
Papa Francisco dirigió unas palabras a los presentes: "su viaje no siempre
es hermoso... Y luego está el dolor de dejar su patria y tratar de entrar en
otra patria.... Siempre hay esperanza.... Hoy, el mundo de los migrantes y
refugiados es un poco como una cruz, una cruz de la humanidad, y la cruz es
tanta gente que sufre.... Les doy las gracias por su buena voluntad, y les
deseo lo mejor a ustedes y a sus conciudadanos que han dejado en su patria. Que
Dios los bendiga y oren por mí".
Testimonio de un
voluntario de Cáritas
Siguiendo
su llamada a estar cerca de los más vulnerables", dijo una voluntaria,
"damos una mano a las personas que han elegido nuestra Bulgaria, para una
estancia que puede ser temporal o permanente, en busca de una vida mejor".
Y recordó que la campaña "Compartiendo el camino", promovida por
Caritas International con el apoyo del Santo Padre, tomó forma sobre el
terreno.
Además",
explicó, "se han puesto en marcha iniciativas en colaboración con diversas
organizaciones internacionales para apoyar la integración de los refugiados en
la sociedad búlgara.
Para
nosotros, Santo Padre -dijo la joven cuando concluyó-, todos los hombres y
mujeres son hijos de Dios, independientemente de su raza o confesión religiosa.
Los católicos queremos que experimenten concretamente el amor de Dios. Entre
nuestros colaboradores hay muchos migrantes de la religión musulmana. Somos
personas de diferentes confesiones y estamos orgullosos de formar parte de la
gran familia de Caritas. Nos esforzamos por difundir el amor misericordioso de
Dios a nuestros hermanos y hermanas.
Después
del testimonio, llegó el momento de rendir homenaje a los pequeños, que
cantaron y entregaron dibujos al Papa. En un ambiente muy familiar, Francisco
trató de cuidar de todos, distribuyó y recibió sonrisas y afecto.
En
memoria de su visita, Francisco entregó al Centro de Refugiados un icono de la
Virgen María con el Niño, realizado según la antigua tradición bizantina.
Al
final de la reunión dio su bendición a todos y luego se trasladó al Aeropuerto
de Sofía, a 4,5 km de distancia, de donde partió para la Base Aérea Graf
Ingatievo en Plovdiv, la segunda ciudad más importante de Bulgaria. De allí se
trasladó a Rakovski, ciudad de 28.000 habitantes, en su mayoría católicos,
donde a las 10:15 de la mañana, hora local, celebra la Santa Misa con las Primeras
Comuniones en la Iglesia del Sagrado Corazón.
Declaraciones de
Alessandro Gisotti
Alessandro
Gisotti, Director Interino de la Sala de Prensa del Vaticano, expresó: La
reunión de esta mañana fue muy breve y, sin embargo, en unos 25 minutos, el
Santo Padre y estos niños realmente protagonistas de este encuentro en el
centro de refugiados, también dieron una idea de lo que el Papa Francisco está
diciendo con sus palabras y gestos, podemos decir desde el comienzo del
pontificado.
La
cercanía a la carne doliente de Cristo, a las periferias existenciales y, en
este caso, realmente, con un elemento más, es decir, los niños: los niños que
vienen de Siria, de Irak, y que son acogidos en este centro, en particular por
Cáritas, que han podido encontrarse con alegría con el Santo Padre.
La
entrega de los dibujos al Papa fue también muy hermosa, la forma más natural
para los niños y un regalo que el Papa apreció mucho. Los dibujos tienen un
significado particular de belleza, de alegría: esto creo que seguramente habrá
impresionado tanto al Santo Padre como a nosotros. Fueron hermosos dibujos,
alegres, así como el coro de niños que acompañó toda la visita, estamos
hablando de niños de 6 a 10 años de edad de primaria, y realmente animaron todo
el encuentro con estas canciones.
El
Papa estaba muy contento y estos niños también se sintieron gratificados,
también se vio en el intercambio de dibujos, también en el saludo que hubo
después. El Santo Padre dejó un icono de la Virgen, es decir, la presencia
fundamental de María, de la maternidad, en un lugar de tanto sufrimiento, pero
también de esperanza como es este centro de acogida de refugiados.
Manuel
Cubías - Ciudad del Vaticano
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