LA IGLESIA, CLAVE EN EL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN EN ÁFRICA

54 países, más de 2.000 lenguas y más de 1.200 millones de personas. Este es el continente africano, lleno de riqueza y habitualmente reducido informativamente a guerras, hambre y enfermedad

Foto: ABC
El Día de África, la Iglesia pone la mirada en el continente vecino y recuerda la petición de oración del Papa Francisco en este mes de mayo: «Que la Iglesia en África sea fermento de unidad entre todos los pueblos y signo de esperanza».

Fue la petición de oración del Papa Francisco al comienzo del mes de mayo: que a través del compromiso de sus miembros, «la Iglesia en África sea fermento de unidad entre todos los pueblos y signo de esperanza». 

El mes mariano por excelencia también vuelve su mirada al continente africano, que celebra su día este sábado, motivo por el que Francisco recuerda que «las divisiones étnicas, lingüísticas y tribales de África pueden superarse promoviendo la unidad en la diversidad».

En su intención de oración también agradece «a las monjas, los sacerdotes, los laicos y misioneros su labor a favor del diálogo y la reconciliación entre los diversos sectores de la sociedad africana».

Trabajar en pro del diálogo y la reconciliación es uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta el continente africano, que también tiene en el punto de mira tareas como «conseguir que sean actores de su propio desarrollo y garantizar la sostenibilidad de todos los procesos de cooperación fraterna que se impulsan», como asegura Cáritas en una nota de prensa al hilo de esta celebración.

Misiones Salesianas, que trabaja en 43 países del continente en clave educativa, añade que los desafíos se reúnen también en torno a la consecución de la paz y la seguridad. La ONG alude al terrorismo yihadista, que desestabiliza la zona del Sahel especialmente, o los conflictos en Sudán del Sur o la República Centroafricana.

Para los misioneros salesianos, el desafío en África pasa asimismo por enfrentarse al cambio climático, ya que la desertificación o las temperaturas extremas están obligando a moverse a millones de personas. El acceso a la salud o la atención a los jóvenes –la mitad de la población africana es joven–, y potenciar el papel de la mujer africana, ya que ellas son el motor de transformación y columna vertebral de la familia, son otras propuestas sobre el tablero para mejorar la vida de millones de africanos.

Educación de calidad, asignatura pendiente

Según datos de UNESCO, de todas las regiones del mundo, África Subsahariana tiene las tasas más altas de exclusión educativa. Del total de 262 millones jóvenes y niños sin escolarizar, 97,3 están allí.

La ONG jesuita Entreculturas, especializada en educación, advierte que más de una quinta parte de los niños africanos de entre 6 y 11 años de edad no asiste a la escuela, seguidos de un tercio de los jóvenes de entre 12 y 14 años. Según la institución, casi el 60 % de los jóvenes de entre aproximadamente 15 y 17 no están en la escuela. Además, las niñas aún enfrentan barreras para la educación en la mayoría de las regiones, y en particular en África Subsahariana, donde las niñas de todas las edades tienen más probabilidades de ser excluidas de la educación que los niños. Por cada 100 niños en edad de asistir a la escuela primaria, a 121 niñas se les niega el derecho a la educación.

«Sin una acción urgente, la situación probablemente empeorará a medida que la región se enfrenta a una creciente demanda de educación, debido a la creciente población en edad escolar», aseguran desde la ONG.

Fuente: Alfa y Omega