“Ser
o no ser, he ahí la cuestión”
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El
otro día nos visitaron unas amigas. El encuentro fue cercano, y compartimos el
Amor del Señor y el amor fraterno. Al final de la visita, una de ellas nos
dijo:
“Y,
además de rezar, ¿qué hacéis?”. Todas nos callamos, de momento… Pero una de
nosotras, viendo que lo que quería saber era qué trabajo hacíamos para ganarnos
la vida, le contestó: “¡Hacemos cerámica!”
Después,
en la oración, me preguntaba: “Y, una monja contemplativa, ¿qué hace?” ¿No está
toda su vida consagrada a la oración de alabanza a Dios, en el canto coral y en
la celebración de la Eucaristía y de los Misterios del Señor?… ¿Y a la oración
de intercesión ante Dios, por las necesidades de todos los hombres?… ¿Y
a la súplica confiada, para que Jesús sea el Señor y Hermano de nuestra
humanidad, tan sedienta del Amor de Dios?… ¿Y no estamos dedicadas también a
dejarnos santificar por el Espíritu Santo, para ser otros Cristos entre
nuestros hermanos, y poder escucharlos con la misma ternura con que lo hacía
Jesús?… ¡Y… tantas cosas como nos sugiera la gracia de Dios, para ser testigos
de su Amor!…
Claro
que, después de todo lo que es la esencia de nuestra vida… ¿dónde queda la
cerámica, o remate de prendas de vestir, o el confeccionar mortajas para una
funeraria, o el hacer pinchos de aceitunas para envasar?… Todos estos y más han
sido los trabajos manuales por los que hemos ido pasando indistintamente… ¡Da lo
mismo este hacer material!
Sabemos
que es importante trabajar manualmente, para la salud psicológica. Así lo
vieron desde el principio los primeros monjes: ellos hacían cestos y los
vendían, o trenzaban rosarios o lo que les salía… Pero ellos eran, como nosotras,
“monjes”, “monjas”, que viene del latín “mono” (“uno”): No orar y hacer cosas,
sino todo para ser “uno” en la búsqueda de Dios. “Ya comáis, ya bebáis o hagáis
cualquier cosa, hacedlo todo a Gloria de Dios…” y también nos dice la Palabra
de Dios: “Orad sin interrupción…”
¡Es
más importante “ser” que “hacer”! Para Jesús valemos mucho por lo que somos y
no tanto por lo que hacemos…
Hoy
el reto del amor, es buscar a Jesús en todo lo que hagas. Esto resultará fácil
si pones Amor en todas las cosas: “Pon amor donde no hay amor, y sacarás Amor…”
¡Amor en mi trabajo, o estudiando, o cuidando de mi familia, o ganándome la
vida! ¡Jesús está siempre a mi lado en todo lo que ocupa mi tiempo!…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma