El
Centro Misionero Franciscano es una asociación alemana de caridad
perteneciente a la Orden Franciscana, con sede en Bonn-Bad Godesberg
El Papa Francisco en audiencia el sábado 6 de abril |
El
pobrecillo de Asís, "quiso vivir pobre y dejarse tocar por la pobreza de
la gente": de este modo, "encontró la paz de Cristo y se convirtió él
mismo en un hombre que vivía de los dones de la Providencia". Lo dijo el
Papa al recibir en audiencia a los miembros de la Missionszentrale der
Franziskaner
En
la mañana del sábado 6 de abril el Papa Francisco recibió en audiencia a un
grupo de frailes religiosos y fieles laicos comprometidos en la misión de
ayudar a los necesitados y marginados de todo el mundo provenientes de
Alemania, en ocasión del quincuagésimo aniversario de su creación: la Missionszentrale
der Franziskaner.
El
Centro Misionero Franciscano es una asociación alemana de caridad
perteneciente a la Orden Franciscana, con sede en Bonn-Bad Godesberg. Se ocupa
del desarrollo de proyectos humanitarios, sociales y pastorales, educación,
información y derechos humanos.
Recibiéndolos
en la Sala de los Papas, el Romano Pontífice elogió la belleza de la vocación
de esta comunidad de fieles, que inspirados en el pobrecillo de Asís, se
dirigen a las personas de buena voluntad “para motivarlas a ayudar a los
necesitados y marginados de todo el mundo a alcanzar un futuro mejor”.
“De
este modo – dijo el Papa – se realiza de nuevo la Palabra de Jesús de manera
concreta: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos, lo hicieron conmigo» (Mt 25,40).
Dejarse tocar por la pobreza
de la gente para encontrar a Jesús
Haciendo
un breve repaso por la historia de la Misión, que comenzara en las parroquias
de Bonn-Bad Godesberg, Francisco agradeció ante todo al primer director,
el padre Andreas Müller, presente en el encuentro, y también agradeció las
palabras que le dirigió el padre Matthias Maier, actual presidente.
Dirigiéndose luego a todos, expresó:
“Siempre
les ha sido de ejemplo San Francisco de Asís, que quiso vivir pobre y dejarse
tocar por la pobreza de la gente. De este modo, encontró la paz de Cristo y se
convirtió él mismo en un hombre que vivía de los dones de la Providencia. Con
este espíritu, vuestro centro misionero, con sus modestos orígenes, ha sabido
tejer una red mundial de caridad, solidaridad y fraternidad”.
La renovación sucederá
sólo dejándonos transformar por el Señor
Antes
de despedirse deseándoles para su jubileo “una alegría y una confianza
típicamente franciscanas”, el Papa se inspiró nuevamente en el Santo de Asís,
quien, a pesar de los límites de la Iglesia en su época, siguiendo el mandato
de Jesús, se puso en camino para vivir el Evangelio de manera auténtica:
"También
hoy - constató - sufrimos a veces por los límites de la Iglesia. Las palabras
del Crucificado son una llamada a todos nosotros. Una renovación sólo sucederá
escuchando al Señor, dejándonos transformar por Él y continuando a hacer el
bien con Él. Precisamente ante los retos actuales queremos comprometernos más
para un buen futuro para todos. Y a tal fin, su Centro Misionero podrá seguir dando
su preciosa contribución”. “¡Ante todo con el testimonio de su vida y de su
fe!”, aseguró.
Griselda
Mutual - Ciudad del Vaticano
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