El llanto y las lamentaciones de Jesús sobre la Ciudad Santa, se recuerdan en este Santuario Medieval
En la imagen, pintada por Enrique Simonet en 1892, podemos ver que el episodio transcurre en el Monte de los Olivos, y al fondo el Segundo Templo |
La
iglesia del Dominus flevit, «El Señor lloró», es una iglesia de Jerusalén,
colocada sobre el Monte de los Olivos, que pertenece a la Custodia de Tierra
Santa.
El
Monte de los Olivos es muy rico en recuerdos bíblico-cristianos. El llanto y
las lamentaciones de Jesús sobre la Ciudad Santa, se recuerdan en este
Santuario Medieval.
"Si
conocieras también tú en este día lo que te lleva a la paz! Sin embargo, ahora
está oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti en que no sólo te rodearán
tus enemigos con vallas, y te cercarán y te estrecharán por todas partes".
Lucas 19, 41-44.
El
recuerdo del Dominus Flevit a media altura de las faldas del monte aparece por
primera vez entre los siglos XIII-XIV y se puede considerar como algo que sigue
aquella tradición antigua. Había una piedra en el centro de un campo como señal
de que en el siglo XVI vio surgir allí una mezquita denominada El Mansuryeh,
restaurada últimamente y situada al norte de la propiedad franciscana.
“¡Ciudad
de Dios, qué dulce es contemplar tu belleza desde el Monte de los Olivos!” Así
escribía el patriarca de Jerusalén, Sofronio, (634-38) en sus famosas Odas
sobre los Lugares Santos. Las palabras de Jesús sobre el final de Jerusalén y
del mundo (Mt 24; Mc 13; Lc 21) eran consideradas por la Iglesia antigua como
misterios de salvación revelados a los Apóstoles y a los más íntimos entre sus
amigos; en cuanto a misterios, tenían su celebración litúrgica, al principio en
una gruta situada en la parte alta del monte y después en la basílica construida
por Constantino, según nos cuenta Eusebio de Cesarea a principios del s. IV. La
celebración tenía lugar el martes de la Semana Santa: “todos en aquella hora de
la media noche van a la iglesia que se encuentra en el monte del Eleona (de los
Olivos). Llegados a aquella iglesia, el obispo entra en aquella gruta en la
cual Cristo solían instruir a sus discípulos, toma el libro de los Evangelios y
permaneciendo en pie, el mismo obispo lee las palabras del Señor…” (Egeria,
siglo IV).
Importantes
descubrimientos arqueológicos (P. Bagatti y T.J.Milik, 1953-54) tuvieron lugar
en el recinto perteneciente a los franciscanos, gracias a las excavaciones
realizadas a mediados del siglo XX, que permitieron descubrir un antiguo
cementerio de época romana y bizantina, con una serie de tumbas con sarcófagos
y osarios; algunos tienen signos cristianos evidentes y pertenecerían a las
primeras comunidades judeocristianas de Jerusalén.. Se encontraron tumbas del
período cananeo (ss.XVI-XIV a. C.), sepulcros hebreos del tiempo de Cristo (I a
C.- I d. C.) con algunos más tardíos (II-IV d. C.) y un monasterio del período
bizantino-árabe (ss. VII-VIII d. C.).
El
moderno Santuario fue construido por el arquitecto Antonio Barluzzi, en el año
1965, sobre las ruinas de un monasterio bizantino del que se conservan algunos
mosaicos sobre el pavimento de la iglesia actual, datados en el siglo VII. Una
inscripción del mismo período atestigua la existencia sobre el lugar de un
pequeño monasterio además de una capilla, dedicados a la profetisa Ana, de la
que se habla en el evangelio de san Lucas (cf. Lc 2, 26-38).
La
denominación de la iglesia recuerda el llanto de Jesús ante la ciudad de
Jerusalén (episodio conocido como Flevit super illam en Latín), como se
menciona también en el citado evangelio (cf. Lc 19, 41-44): la
tradición de unir a este lugar el episodio evangélico se remonta al siglo XVI.
El interior de la iglesia está dominado una por una gran ventana colocada sobre
el altar mayor, desde donde se puede contemplar la ciudad.
En
el capítulo 19 del Evangelio según San Lucas, cuando Jesús se acerca a
Jerusalén, al ver la ciudad, llora por ella (Lucas 19:41) (episodio conocido
como Flevit super illam en Latín) anticipando las desgracias que la esperan.
Por:
Custodia Terrae Sanctae
Fuente:
es.custodia.org / Otros