El famoso astrofísico
Stephen Hawking falleció el 14 de marzo de 2018 a la edad de 76 años
En
medio de su declarado ateísmo y pese a que negó la existencia de Dios,
presentamos ahora algunos aspectos que lo relacionaron con la fe católica.
1.- La fe de su ex esposa
en Dios salvó su vida
“¡Por favor, Señor, que Stephen esté vivo!”,
fue la plegaria que Jane Wilde hizo en 1985, cuando le dijeron por teléfono que
su entonces esposo, el famoso científico Stephen Hawking, debía ser
desconectado del respirador tras quedar en coma por una neumonía.
Jane
recuerda este episodio en su libro “Hacia el infinito”, donde cuenta que se
aferró a Dios como tantas otras veces “para resistir y mantener la esperanza”
frente al ateísmo ferviente de su esposo que despreciaba y se burlaba de sus
“supersticiones religiosas”, porque “la única diosa de Stephen Hawking es y
siempre fue la Física”.
Wilde
recordó que los médicos suizos le dieron a entender que no había nada que
hacer, y que si ella lo autorizaba desconectarían el respirador artificial para
dejarlo morir con el mínimo dolor posible.
“Desconectar
el respirador era impensable. ¡Qué final más ignominioso para una lucha tan
heroica por la vida! ¡Qué negación de todo por lo que también yo había luchado!
Mi respuesta fue rápida: Stephen debe vivir”, afirmó.
Los
médicos realizaron una traqueotomía que salvó la vida del científico pero
también lo dejó sin habla, obligándolo a comunicarse con la voz robótica de su
sintetizador.
2.- Era miembro de la
Pontificia Academia para las Ciencias
A
finales de noviembre de 2016, Hawking llegó al Vaticano para dar una conferencia
sobre el origen del universo, motivando varios cuestionamientos a la presencia
del declarado ateo en el corazón de la Iglesia Católica.
El
hecho no fue nada extraordinario, ya que desde hacía algún tiempo el astrofísico era miembro de la Pontificia Academia para
las Ciencias, en la que participan 80 de los científicos más
brillantes del mundo, y estaba en el Vaticano para su encuentro anual.
La
religión no es un criterio de membresía en la Pontificia Academia de las
Ciencias. El presidente de la institución, Werner Arber, Premio Nobel de
Medicina de 1978, es protestante. También figuran entre sus miembros creyentes
de otras religiones.
Esta
política de membresía abierta existe porque la Pontificia Academia de las
Ciencias está concebida como un lugar donde la ciencia y la fe puedan
encontrarse y discutir. No es un foro confesional, sino un lugar donde es
posible tener una discusión abierta y examinar los futuros avances científicos.
3.- ¿Su ateísmo estaba
basado en la ciencia?
El
canciller de la Pontificia Academia para las Ciencias, Mons. Marcelo Sánchez
Sorondo, recordó que le preguntó a Hawking si había llegado a la conclusión que
Dios no existe como científico o sobre la base de su experiencia de vida.
A
la pregunta, explicó el Prelado, “Hawking tuvo que reconocer que su afirmación
no tenía nada que ver con la ciencia”.
Mons.
Sánchez Sorondo dijo además que “el científico descubre cosas que no había
puesto ahí. Cuestionarse quién puso esas cosas ahí es un asunto teológico. El
científico solo las descubre, el creyente ve en ellas la presencia de Dios”.
4.- Reconoció que un
sacerdote es el padre de la teoría del Big Bang
Durante
su conferencia en el Vaticano en noviembre de 2016, Stephen Hawking rindió
homenaje al P. Georges Lemaitre, Presidente de la Pontificia Academia de las
Ciencias entre 1960 y 1966.
Hawking
dijo que el sacerdote belga era el verdadero padre de la “Teoría del Big Bang”
y no el físico George Gamow.
“Georges
Lemaitre fue el primero que propuso un modelo según el cual el universo tenía
un principio muy denso. Él, y no George Gamow, es el padre del Big Bang”,
dijo.
5.- Se encontró con cuatro
Papas
En
el marco de su visita al Vaticano en 2016, Stephen Hawking fue recibido por el
Papa Francisco, años atrás se encontró también con el Papa Emérito Benedicto
XVI.
El
astrofísico tuvo ocasión de conocer a San Juan Pablo y al Beato Pablo VI.
Fuente:
ACI Prensa