Del cuatro al seis de marzo pasado, se reunieron en
Perú, 51 laicos y sacerdotes, incluyendo 19 jesuitas, de distintas áreas
profesionales y académicas para reflexionar sobre alternativas políticas a la
crisis de Venezuela
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| S. Ignacio de Loyola |
El Seminario
Latinoamericano “Búsqueda de Alternativas Políticas a la crisis Venezolana”.
Se desarrolló en la ciudad de Lima, Perú. Convocado por la Conferencia de
Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe (CPAL), contando además con
el apoyo de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya de Lima y la Universidad
Católica Andrés Bello de Caracas.
Análisis de la realidad
El eje central del Seminario fue “la tarea de
clarificar los factores principales de la crisis que hoy vive el país y que
afecta a la sociedad venezolana sin distinción de clases sociales, muy
particularmente a los sectores más empobrecidos”.
El grupo de académicos centró su análisis en tres
preguntas: “¿cuál es el papel de los diversos actores sociales, políticos y
armados en la coyuntura venezolana?, ¿cuál es la postura de los países y
bloques transnacionales de poder que inciden en la crisis del país?, ¿cuál debe
ser el aporte y la ruta de actuación de la Compañía de Jesús a partir de los
diversos escenarios probables?”.
La reflexión tiene como punto de partida la realidad
que vive el pueblo venezolano, especialmente quienes más sufren las
consecuencias de la crisis: los más pobres: “El dolor y la miseria creciente
del pueblo venezolano, dentro y fuera de su país, nos entristece y nos
interpela”.
Aporte como Iglesia
En segundo lugar, insisten en que su aporte es desde
el servicio a la Iglesia y desde la identidad propia de la Compañía de Jesús:
“Queremos reafirmar que ejercemos nuestra misión de servicio en la Iglesia…”
“Somos llamados a ser mensajeros de la reconciliación en la justicia y de la
esperanza”.
Compromisos
En tercer lugar, partiendo de la particularidad de la
realidad venezolana, los participantes en el Seminario se comprometen a seguir:
1. “Impulsando, junto con muchas otras personas y
organizaciones, alternativas políticas y de servicio que rescaten la
centralidad y la dignidad inalienable de cada ser humano; y por eso rechazamos
todas las formas de violar los derechos humanos…”
2. Solidaridad con los migrantes venezolanos
porque “valorizamos su presencia y la riqueza que aportan en las
sociedades que les acogen…”
3. “Promoviendo, de diversas maneras, una comprensión
cada vez más fina y completa de la realidad venezolana…”
"Que la medicina no sea peor que la enfermedad"
Los participantes del Seminario consideran que es
importante ayudar al pueblo venezolano a superar la crisis, sin embargo “que
las medidas de presión que se ejerzan desde el exterior deben ser pensadas de
manera que no causen más daño a los que sufren y son afectados por el mal que
se pretende corregir. Éticamente no es correcto ni bueno combatir un mal con
otro mal que signifique empeorar la situación de miseria, exclusión y
explotación de los pueblos, especialmente de los pobres e indefensos”.
Finalizan su mensaje, confiándose a Jesucristo: “Aun
en los momentos en que afrontamos grandes desafíos y aparentes derrotas,
seguimos soñando con ayudar a recrear un mundo diferente, porque hemos conocido
a Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de
lo que podemos pedir o pensar” (Efesios 3: 20).
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Vatican News
