El documento pontificio se presenta en forma de “Carta a los jóvenes”
Este 25 de marzo, en Loreto, en la
Solemnidad de la Anunciación del Señor, el Papa ha firmado y confiado a la
Virgen María, en la Santa Casa, la Exhortación Apostólica Postsinodal que sella
los trabajos del Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes, celebrado en el
Vaticano el pasado mes de octubre. El documento pontificio se presenta en forma
de “Carta a los jóvenes”.
De Roma a Loreto, pasando por la Jornada
Mundial de la Juventud en Panamá, con un solo destino: los Jóvenes de todo el
mundo. La Exhortación Apostólica Postsinodal, en forma de Carta a la Juventud,
que hoy el Papa Francisco ha firmado y confía a la Virgen María durante su
visita a Loreto, tiene un largo camino por detrás, cubierto por la
"brújula" de Cristo. "Vive Cristo, esperanza nuestra" es de
hecho el comienzo del texto original en español del documento, que será
publicado próximamente.
Enero
2017: Carta del Papa a los jóvenes
La primera página de este documento, en
cierto modo, la escribió el Papa Francisco el 13 de enero de 2017: ese día se
publicó el Documento Preparatorio del Sínodo y el Papa decidió acompañarlo
con una Carta en la que invita a los jóvenes a
lanzarse "hacia un futuro desconocido, pero portador de ciertas
realizaciones", siempre acompañados por Dios. Así, de hecho, el Pontífice
escribió a los jóvenes hace dos años:
"Un mundo mejor se construye gracias
también a ti, a tu deseo de cambio y a tu generosidad. No tengáis miedo de
escuchar al Espíritu sugiriendo opciones audaces, no os demoréis cuando vuestra
conciencia os pida que os arriesguéis a seguir al Maestro. La Iglesia también
desea escuchar tu voz, tu sensibilidad, tu fe; incluso tus dudas y críticas. Que
se oiga tu grito, que resuene en las comunidades y que llegue a los
pastores".
Septiembre
de 2017: Seminario Internacional sobre la situación de la juventud
La invitación del Papa se recogió en
el "Seminario Internacional sobre la condición de la
juventud en el mundo", organizado en Roma, en septiembre de
2017, por la Secretaría General del Sínodo. Durante los trabajos se discuten
numerosos temas relacionados con la juventud: de la migración al desempleo, del
compromiso social al político, del desarrollo tecnológico a la fe. Al final, la
voz de los jóvenes se eleva claramente: "Somos una familia – dicen –
escuchémonos unos a otros y crezcamos juntos". Esto pone de relieve el
deseo de los jóvenes de encontrar en la Iglesia un hogar, una familia, una
comunidad donde puedan madurar sus opciones de vida y contribuir al bien común.
Marzo 2018: Reunión Pre-Sinodal
En marzo de 2018, en el Encuentro Presinodal celebrado en Roma en el
Pontificio Colegio Internacional "María Mater Ecclesiae",
el Papa respondió directamente a este deseo: cerca de 300 jóvenes físicamente
presentes, mientras que otros 15.000 participan a través de las redes sociales.
El Papa pide a todos ellos que se atrevan a seguir "nuevos caminos",
más allá de la lógica de "siempre se ha hecho así", para ser, en
cambio, creativos, en la estela de la auténtica tradición cristiana. El corazón
de la Iglesia es joven, reitera Francisco, y los jóvenes "deben ser
tomados en serio": no basta con analizar su mundo, sino que hay que
preguntarles directamente, incluso cuando hablan con "el nervio".
"Si a usted le falta, a nosotros nos falta parte del acceso a Dios",
dice el Papa a los niños, instándoles a ser "jóvenes profetas" con
raíces sólidas, basadas en la experiencia de los ancianos y abuelos.
Domingo
de Ramos 2018
Los frutos del Encuentro Presinodal se
recogen en un Documento Conclusivo que el 25
de marzo de 2018, Domingo de Ramos y Jornada Diocesana de la Juventud, se
entregó al Papa en la Plaza de San Pedro. "En este documento – explicaron
al Papa – te damos nuestra vida y los deseos más profundos de nuestro corazón.
Estamos seguros de que la Iglesia seguirá escuchando las voces de los jóvenes.
Y es esto, en efecto, lo que los jóvenes esperan: una Iglesia que sea testigo
vivo de lo que enseña, que no los considere demasiado pequeños para ser
protagonistas del mundo contemporáneo; una Iglesia inclusiva, acogedora,
misericordiosa y tierna, que sepa también admitir sus errores y que tenga
"la humildad de pedir perdón". Una Iglesia que encuentra a los
jóvenes dondequiera que vivan, incluso en el cosmos digital, y que los acompaña
en la construcción de un "mundo de paz, que aúna la ecología integral y
una economía global sostenible".
Junio
de 2018: Instrumentum laboris en 7 palabras clave
El Instrumentum Laboris del Sínodo,
entonces, presentado a la prensa el 19 de junio de 2018, recoge todas estas
peticiones, integrándolas con más de cien mil respuestas dadas por los jóvenes
al cuestionario en línea lanzado en los meses anteriores por la Secretaría General
del Sínodo. Siete, sobre todo, son las palabras clave que emergen del
Instrumentum: escucha, acompañamiento, conversión, discernimiento, desafíos,
vocación y santidad. Son principios básicos que los jóvenes buscan en la
Iglesia, para que sea "auténtica", resplandezca con
"ejemplaridad, competencia, corresponsabilidad y solidez cultural" y
comparta con los propios jóvenes una vida vivida a la luz del Evangelio. La
esperanza es que la Iglesia sea "menos institucional y más relacional,
capaz de acoger sin juzgar de antemano, amigo, prójimo, misericordioso".
Octubre
2018: Documento Final del Sínodo
Los temas contenidos en el Instrumentum
laboris se convierten así en la "hoja de ruta" del Sínodo sobre el
tema "Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional", que tiene lugar
en el Vaticano en octubre de 2018 y que ve a muchos jóvenes hablando en el
Aula. Sus reflexiones, sus testimonios, sus fuertes llamadas se encuentran en
el Documento Final de las obras, cuyo hilo
conductor es el episodio de los discípulos de Emaús, narrado en el Evangelio de
Lucas. El acompañamiento y la escucha empática, de hecho, se encuentran entre
los rasgos esenciales que los jóvenes requieren de la Iglesia, junto con el
fortalecimiento de las escuelas y parroquias, y la atención a temas cruciales
como el de los migrantes, "paradigma de nuestro tiempo".
El documento final también recuerda la
importancia de un compromiso firme de la Iglesia contra todo tipo de abusos,
para hacer la verdad y pedir perdón. El énfasis en la familia, la "Iglesia
doméstica" y la primera comunidad de fe es también central; la exhortación
a promover la justicia contra la cultura del descarte; la invitación a
aprovechar los "recursos pastorales" que ofrecen el arte, la música y
el deporte y a vivir en el mundo digital, promoviendo su potencial comunicativo
con vistas al anuncio cristiano. El documento final también pide el
reconocimiento y la valoración de la mujer en la sociedad y en la Iglesia, así
como que los jóvenes descubran que la sexualidad es un don, ofreciéndoles
"una palabra clara, humana y empática". Todo ello con
"sinodalidad", es decir, con ese estilo de misión que nos impulsa
desde el "yo" hasta el "nosotros".
Enero
2019: JMJ en Panamá
De hecho, son muchos "nosotros los
jóvenes" que en enero de este año encontraron al Papa Francisco en Panamá, con ocasión de la
34ª Jornada Mundial de la Juventud. Como sucedió en Río de Janeiro en 2013,
cuando los exhortó a "hacer ruido", es decir, a hacerse oír, ahora el
Pontífice invita a los jóvenes a hacer algo activo y creativo en la Iglesia y
en el mundo, haciendo uso de sus "energías renovadoras" para ser
"testigos del Evangelio": "Queremos encontrar y despertar junto
con vosotros la continua novedad y juventud de la Iglesia, abriéndonos siempre
a esta gracia del Espíritu Santo que tantas veces hace un nuevo Pentecostés. Y
esto sólo es posible si, como acabamos de vivir en el Sínodo, sabemos caminar,
escuchándonos y completándonos unos a otros, si sabemos dar testimonio
anunciando al Señor en el servicio a nuestros hermanos, que es siempre un
servicio concreto".
Marzo
2019: Exhortación apostólica
Este 25 de marzo, dos años después de la
primera Carta a los Jóvenes, el Papa confía a la Virgen Lauretana la
Exhortación Apostólica Post-sinodal, siempre en forma de Carta: un signo
concreto de esa escucha, ese diálogo y ese caminar juntos deseado por los
participantes en el Sínodo.
Isabella Piro – Ciudad del Vaticano
Vatican News