El
beato Daniel Brottier animaba a los demás a pedir a Dios un signo para
discernir mejor su voluntad
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Jeffrey Bruno |
A
menudo, cuando tratamos de discernir la voluntad de Dios, suplicamos: “Dios,
¿puedes darme una señal?”.
¿Pero
está bien hacer eso? ¿Contestará Dios nuestras oraciones con una señal?
El
beato Daniel Brottier, un sacerdote francés que también fue capellán en la
Primera Guerra Mundial, creía firmemente que Dios responde a nuestras oraciones
cuando se hacen con sinceridad y fe. A menudo pedía señales, ya sea de Dios
mismo o de su patrona en el cielo, santa Teresa de Lisieux. Nunca se sintió
decepcionado, incluso cuando el signo le mostró un camino diferente al que
esperaba.
Sin
embargo, profundizar un poco más en lo que este hombre santo entendió por
“signos” explica su punto de vista sobre el funcionamiento de la divina
providencia.
Nunca
tengas prisa con la providencia. A veces no entendemos lo que está pasando,
hasta que un día vemos que la providencia estaba trabajando para lo mejor.
Cuando un proyecto fracasa, gana tiempo y deja que la providencia siga su
curso. Cuando estés dudando sobre una línea de acción a seguir, pide un signo
de providencia. Una solicitud sincera siempre recibirá una respuesta.
A
veces la “señal” que Dios nos da será tangible. Por ejemplo, Brottier estaba
construyendo una capilla en honor a santa Teresa y recibió una donación anónima
de una gran cantidad. Él creía que esto era una señal y lo alentaba en su
tarea.
En
otras ocasiones, el “signo” puede ser más discreto y venir en forma de paz
dentro del corazón de uno.
Pase
lo que pase o no, Dios responderá a nuestras sinceras oraciones y las
contestará. Simplemente tenemos que estar abiertos a lo que Dios tiene
reservado para nosotros.
Philip
Kosloski
Fuente:
Aleteia