¿PUEDEN LOS SANTOS HACER MILAGROS?

La respuesta es no 

La doctrina de la Iglesia afirma:

“Por el hecho que los del Cielo están más íntimamente unidos con Cristo, no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo, los méritos que adquirieron en la tierra. Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad”. (Lumen Gentium 49)

Los santos son solo intercesores y nosotros les pedimos a ellos que pidan a Jesús, las gracias necesarias para nuestra salvación, pero todas las gracias y todos los milagros proceden de Dios únicamente, pues independientemente de la intercesión de los santos o no, solo Dios concede al hombre todas las gracias y todos los milagros, conforme a Su santa voluntad.

Se preguntarán nuestros hermanos protestantes ¿Acaso no hay un solo mediador entre Dios y el hombre? Y nosotros le respondemos: Es verdad, solo hay un mediador entre Dios y el hombre. 

San Pablo nos dice que: "Hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús" (1 Tim 2,5).

Si consideramos a Dios, como un solo Dios en tres Personas distintas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Los santos presentan a Jesucristo, el único mediador entre Dios y los hombres, nuestras oraciones, para que nosotros recibamos de Dios, todo lo que sea de beneficio para la salvación de nuestras almas.

Para diferenciar entre las palabras mediador e intercesor:

El mediador, es el que resuelve o reconcilia todas las partes en conflicto, en este caso, el Mediador, reconcilia a Dios con los hombres.

El intercesor, intercede en favor de otro, especialmente uno que ora a Dios o pide a Dios por otro, como lo hacen los santos.

San Pablo nos dice que: "hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús" (1 Tim 2,5).

De ahí decimos que solo Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres, puesto que el hombre recibe de las manos de Dios, y no de los santos, todos los milagros, gracias y bendiciones para nuestra salvación. Jesucristo es el único mediador y el único que salva.

Por tanto, no hay necesidad, si así lo queremos como católicos, de pedir favores a los santos para que ellos le pidan a Jesucristo, si lo podemos hacer directamente con El, puesto que solo de Dios depende que se concedan todos los milagros, gracias y bendiciones.

Los mismos milagros de los apóstoles son prueba de la intercesión. Cuando un tullido se acerca a Pedro y Juan en Hechos 3:1-8, o cuando otro tullido se acerca a Pablo en Hechos 14:8-10 pidiendo la curación, los apóstoles no se escandalizaron diciéndole que cómo osaba pedirles curación, que solo a Jesús se le pueden pedir dones. No, ellos curaron al tullido, y lo hicieron, como todos sus milagros, en nombre de Jesús, pues aunque ellos interceden, el poder viene de Jesús, no de ellos, y así son todos los santos católicos, santos que interceden y hacen milagros no por sí mismos, sino en el nombre de Jesús, solo de Jesús les viene el poder.

Quien dice que es idolatría pedir prebendas a San Antonio de Padua o afirmar que el santo hizo milagros debería darse cuenta que San Antonio está haciendo exactamente lo mismo que San Pedro y los demás, por lo tanto son creencias perfectamente bíblicas, ¿o es que piensan que la gracia de Dios terminó con los apóstoles? ¿o que el cuerpo místico de Jesús explicado por San Pablo solo duró hasta la muerte de San Juan? Pues fue también el mismo Santiago quien nos recomendó la intercesión (Santiago 5:16)

Con esto llegamos a la conclusión de que solo Dios hace milagros, y no los santos ni María, como mucha gente equivocadamente cree. Pero los santos y la virgen María pueden interceder en favor nuestro ante Cristo Jesús, y recibir de Dios, todo lo que más convenga para nuestro bien y de toda su santa Iglesia.

Fuente: Apologética Católica