Señal
de alarma
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
algunos días estuve trabajando con el pirograbador. Este es un aparato
eléctrico, que se enchufa a la luz, y del que sale una toma que es una especie
de boli, cuya la punta se pone incandescente y con la que vas quemando madera o
cuero.
Mientras
iba trabajando con una punta o con otra, había alguna vez que en el aparato se
encendía una luz, un pequeño piloto, que indicaba que algo no funcionaba bien.
Me recordaba a esos pilotos que se encienden en los coches cuando la
temperatura sube demasiado, cuando estás en reserva o cuando el coche necesita
revisión del aceite...
Los
pilotos nos hablan de eso mismo: que algo falla, y necesita especial atención.
Me
hizo mucha gracia porque también siento que en mí, algunas veces, se encienden
unos “pilotos” que me avisan de lo mismo. Cuando siento que pierdo el asombro
por las cosas pequeñas del día a día, o me invade cierta pereza, o que me
cuesta levantarme esos diez minutos antes para saludar tranquilamente al Señor,
o que me salen autojustificaciones para escabullirme de realizar un servicio...
son algunas de esas señales, de eso pilotos, que me dicen: “Israel, espabila”.
Porque, en definitiva, cuando uno se va relajando, en lo primero en lo que se
resiente es en el amor.
Y
es curioso porque esto me hace darme cuenta de que hasta nuestra debilidad nos
lleva a Cristo, porque precisamente son esos pilotos los que nos hacen darnos
cuenta de que necesitamos parar en el taller. Lo importante es hacerles caso y
no continuar el viaje. Y nuestro taller es la oración, ahí es donde Cristo nos
pone a punto para volver a apostar por el amor, para no dejarnos llevar por la
comodidad, sino volver a experimentar la fuerza y la vida que Él nos regala
para empezar el día completamente renovados.
Hoy
el reto del amor es dejarte hacer una puesta a punto. La vida es un regalo
enorme, y el Señor pone ante ti un nuevo día para que seas feliz en plenitud.
Por ello, antes de comenzar tu viaje, haz una parada en el taller, hincha las
ruedas, llena el depósito y revisa todas las luces indicativas para vivir tu
andadura de hoy apostando en todo momento por el amor.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma