El
mejor regalo de Navidad
Hola,
buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Seguramente
ayer te diste cuenta de que el día de los inocentes es una gran fiesta en la
Comunidad: todo el día juntas en la sala, con las llamadas, con comida
especial, con alegría y recuperando ese niño que todos llevamos dentro...
Así
que, para airearnos un poco antes de comer en la sala, decidimos salir a rezar
el Rosario caminando por la huerta. Hacía un día impresionante, con un sol
radiante. Reconozco también que, con los últimos días de niebla tan cerrada que
habíamos tenido, llevaba ya unos días sin salir a la huerta.
Nada
más acercarme al primer almendro me llamó muchísimo la atención observar sus
ramas. No me lo podía creer: ¡las ramas ya estaban repletas de los primeros
brotes! Me preguntaba cómo podía ser aquello... y además así, tan pronto.
Mientras
bajábamos por los caminos de la huerta rezando, sentí con fuerza en mi corazón
una respuesta: “Los almendros han obtenido del Señor lo que estaban
necesitando: volver a la vida. Y tú, Israel, ¿has obtenido tu Gracia de esta
Navidad?”.
Y
es que Navidad no son solo unos días especiales; es un tiempo lleno de Gracia,
en que Jesús quiere hacerte un Gran Regalo. Él tiene un propósito para ti esta
Navidad, y tu tarea es descubrir cuál es, qué es eso que tu corazón tanto está
necesitando. Cristo ha venido como un bebé para colmar tu vida y llenarla de
esperanzas.
Esos
troncos resecos, con la apariencia propia del invierno, estaban reclamando un
Salvador que les volviera a llenar de Vida. Y así es como quiere llegar Cristo
a tu vida: como un nuevo brote, pero que, con él, asoma ya la esperanza de una
vida nueva.
Hoy
el reto del amor es hacerte esta pregunta: ¿has descubierto cuál es tu Gracia
de esta Navidad? Date unos minutos, para con Jesús y pídele que se manifieste
en tu vida, y que te haga descubrir cuál es el regalo que su Nacimiento trae a
tu vida. Él, que siempre está contigo, te responderá.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma