Cambiar
la espada por el rosario
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Todos
los días, cuando me visto el hábito, después de ponerme la túnica, cojo el
cinto negro, con el que nos ceñimos. Colgado del cinto llevamos un rosario un
poco grande; está colgado de la parte izquierda. Pero, ¿por qué la izquierda y
no la derecha?
Porque
la Orden de Predicadores somos la Orden del Rosario y hemos querido cambiar la
espada por el rosario. Si lleváramos colgada una espada, sería en la parte
izquierda, y con la mano derecha la desenfundas para luchar. Nosotros queremos
que, ante la lucha de cada día, nuestra espada sea el rosario.
A
mí el rosario me ha ayudado mucho. Quisiera compartirte algunas cosas en las
cuales he visto la mano del Señor.
Por
un lado, el rosario me quita el miedo. Cuántas situaciones vivo en el día que
me dan miedo: cómo va a reaccionar una persona, una situación conflictiva que
no acaba de resolverse...
Sentir
y tener miedo no lo puedo evitar, es una pasión indiferente que habita junto a
mí, pero lo que sí puedo evitar es el dejarla entrar en mí. Si el miedo se
apodera de mí, la consecuencia que voy a tener es que me paraliza. Me paralizo
ante una persona agresiva, ante situaciones que me recuerdan dolor y
sufrimiento...
Pues
bien, cuando el miedo llama a mi puerta, quien le saluda es el rosario, y la
verdad es que desaparece. Tengo una paz tremenda según voy desgranando bolas,
pasándolas por mi mano. Es el corazón de María, su amor maternal, el que me
abraza y hace que el miedo desaparezca. Cuando eras pequeño y tenías miedo, ¿no
ibas corriendo junto a tu madre para que te abrazase? Su abrazo te hacía sentir
protegido y el miedo desaparecía.
Por
otro lado, el rosario es un camino de intercesión. Llevamos tantas cosas en el
corazón que nos preocupan, que nos gustaría que fueran diferentes: familia,
amigos, trabajo, Iglesia... Con el rosario se cuida todo lo que tenemos en el
corazón. Pon en cada misterio aquello que te pesa para que María se lo entregue
a su Hijo y tu corazón descanse.
Hoy
el reto del amor es cambiar tu espada por el rosario: que sea un rosario el que
luche contra tus miedos y el que luche por el bien de los que quieres. Solo por
hoy, busca un rosario, si necesitas, busca en Internet cómo rezar el rosario
y... ¡a la batalla! Verás cómo vences y vuelves con paz y alegría.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma
